La piel de todos los seres humanos que habitan el planeta en este momento -como así también quienes lo habitaron y lo habitarán- obtiene su color de un pigmento llamado melanina. La misma es producida por células especiales de la piel y, según explica la ciencia, cuando éstas células se dañan o se enferman, se altera la producción de la melanina. En el intento por registrar una de las condiciones existentes como respuesta a esta afección, la fotógrafa y filmmaker Patricia Pulido se embarcó en un emocionante registro al que bautizó «Proyecto Melanina«.
Con un profundo interés por comunicar, esta joven fotógrafa española se ha especializado y destacado en lo que respecta a fotografía documental: hace unos cuantos meses se difundían sus fotografías de un París vacío en medio del Covid-19 y, ahora, se mete de lleno en un sentido trabajo junto a personas albinas y su situación en África, el tercer continente más extenso, tras Asia y América. «Proyecto Melanina» es un compendio de imágenes, secuencias y miradas que permiten descubrir el albinismo en África.
El albinismo es conocido como un trastorno genético heterogéneo, causado por mutaciones en diferentes genes, que produce una reducción o ausencia total del pigmento de la melanina. Quienes padecen esta condición tienen una piel muy sensible a la luz y la exposición solar, siendo las quemaduras solares una de las complicaciones más graves de esta condición. Con la intención de dar a conocer esta problemática a través de una historia también contada por protagonistas que puedan tener “voz“ de la situación, nació Proyecto Melanina.
En diciembre del año pasado, la fotógrafa española Patricia Pulido estuvo en Senegal, el país de la costa oeste de África conocido por su legado colonial francés y muchas atracciones naturales, con un propósito: dar vida a un proyecto documental sobre personas albinas y su situación en África.
Allí estuvo en contacto con la comunidad local y, gracias a dialogar frente a frente con personas albinas, pudo ir desandando las diferentes limitaciones que estas encuentran a la hora de desarrollar lo que se supone podría considerarse como una vida “normal” o una rutina similar al resto. Así fue como ha sabido que la mayoría de los albinos en Senegal no han estudiado. Entre los motivos, se destacan el no poder leer bien, tener que estar siempre delante en la clase, no poder ver con facilidad si hay gente delante, además de no tener facilidades para ir al oculista ya que la sanidad es muy cara y para muchos no es factible el acceso.
Fue precisamente una persona albina quien también le confesó la dura realidad que atraviesan en contextos laborales: «Los senegaleses creen que los albinos deberían estar siempre pidiendo limosna a la gente. Piensan que no podemos estar en oficinas, estudiando en el colegio, únicamente en la calle pidiendo limosna. Pero el albino puede estudiar, puede trabajar. Hay muchas cosas que podemos hacer«, refirió esta persona consultado por Patricia sobre cómo percibía el futuro de los albinos.
Los albinos también son víctimas de un hostigamiento evitable: el del rito. Los albinos padecen incluso hasta cuando se desplazan entre sus casas y otros espacios rutinarios. «Tengo que cruzar por la calle al otro lado, y hay gente que me arranca el pelo para hacer rituales de la suerte porque creen que los albinos son mágicos. Pero los albinos son personas normales como las demás. Lo único que le diferencia de nosotros es que no tiene melanina, que no pueden ver de la misma manera que nosotros«, sostiene una de las tantas personas que entrevistó Patricia para «Proyecto Melanina».
En efecto, si bien urge ayudar a estas comunidades a integrarse a la sociedad, inicialmente lo que piden las personas albinas es recibir una aceptación total por parte de personas que todavía siguen viéndolos con cierta estigmatización:
«Los albinos tienen principalmente dos problemas. El primero es un problema de seguridad en la vida, y el segundo es un problema de salud. Por el problema de seguridad los albinos son estigmatizados y están cargados de prejuicios. Ellos son mal vistos, los buscan, son perseguidos porque la gente piensa desde un punto de vista cultural que con los órganos de los albinos, su pelo, con todo lo que tengan los albinos ellos pueden hacer milagros. Eso hace que los albinos sean buscados y perseguidos. Entonces ellos están con una inseguridad total. Todos están escondidos en sus casas».
Testimonio de una persona albina en diálogo con la fotógrafa Patricia Pulido
