El AMBA, la zona urbana común que conforman la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y los siguientes 40 municipios de la Provincia de Buenos Aires, se ha convertido en una de las regiones más acechadas por el impacto del Covid-19 debido a su alta densidad poblacional y fuerte actividad económica. Tras una conferencia de prensa brindada por el presidente Alberto Fernández, desde este viernes 16 de abril se oficiará un toque de queda nocturno así como la suspensión por dos semanas de actividades educativas, de entretenimiento y deportivas.
Se trata de una megaciudad que se extiende desde Campana hasta La Plata, con límite físico en el Rio de la Plata e imaginario en la Ruta Provincial 6, y recorre una superficie de 13.285 km2. Según el censo de 2010, cuenta con 14.800.000 habitantes, que representan el 37% de los habitantes de la Argentina. Como megalópolis, se mantiene en constante crecimiento, por lo que sus límites son cada vez más difusos desde una mirada territorial. Precisamente fueron tales características las que llevaron a que se destaque como una de las zonas más afectadas por el Covid-19.
«El virus nos está atacando y lejos está de ceder». Fueron las palabras emitidas por el presidente argentino Alberto Fernández, quien anunció en la noche del miércoles el comienzo de un toque de queda nocturno desde el viernes. Siguiendo estas nuevas restricciones, en el AMBA y las localidades que, según disposición de sus propias autoridades decidan sumarse a esta medida, no se podrán realizar actividades recreativas, culturales y religiosa. A su vez, la actividad comercial deberá desarrollarse en horario restringido. En parte, los restaurantes deberán cerrar por la noche, pudiendo atender solamente por servicio de delivery.
Las restricciones surgen frente a un crecimiento exponencial de los casos positivos y el temor creciente a un colapso hospitalario, un escenario sanitario que se complica aún más con el registro de nuevas cepas más peligrosas provenientes de países con un alto foco de contagio. Desafortunadamente, ante esta realidad no cabe más que advertir que la velocidad de la vacunación es mucho más lenta que la de las infecciones. El presidente expresó al respecto: «Hemos multiplicado más que por dos la cantidad de contagios en tan solo un mes. En el medio tratamos de llamar a la reflexión al conjunto social. El avance de la pandemia nos está exigiendo un poco más».
Cabe destacar que, según estadísticas, con las 368 muertes del miércoles, Argentina acumula ya 58.542 decesos provocados por el coronavirus. En cuanto al número de contagios, las cifras llegan a más de 2,6 millones y, por el momento, el 71% de las camas de las unidades de terapia intensiva están ocupadas.
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