Australia ha acordado junto con el laboratorio AstraZeneca que, igual que sucederá con países como México y Argentina, el país fabricará de manera masiva la vacuna de Oxford. El primer ministro Scott Morrison lo anunció durante la jornada del martes, agregando que su distribución entre los habitantes será completamente gratuita.
De esta manera, según ha indicado el martes el jefe de gobierno, Australia llegó a un acuerdo con el grupo farmacéutico AstraZeneca sobre la vacuna que están desarrollando con la universidad de Oxford, en el Reino Unido.
En diálogo con la cadena de televisión ABC, Morrison detalló: “Si esta vacuna es eficaz, la fabricaremos y suministraremos gratuitamente a los 25 millones de australianos… La vacuna de Oxford es una de las más avanzadas y prometedoras en el mundo, y con este acuerdo hemos garantizado el acceso prioritario para todos los australianos”.
Así mismo, las autoridades australianas buscarán impulsar que el acceso a la vacuna sea de carácter obligatorio, o al menos estimando una llegada al 95% de la población. Las palabras del primer ministro al respecto fueron: “Esperaría que sea tan obligatoria como sea posible”.
Es importante destacar que, por el momento, la vacuna contra ciertas enfermedades como la polio o el tétanos es obligatoria antes de comenzar la escuela en Australia. Sin embargo, existe un gran debate en torno a estos tratamientos ya que algunos piensan que la obligatoriedad de una vacuna atenta contra su libertad personal.
“Siempre hay exenciones para cualquier vacuna por motivos médicos, pero esa debería ser lo único (…) Quiero decir, estamos hablando de una pandemia que ha destruido la economía global y se ha cobrado la vida de cientos de miles en todo el mundo y de unos 450 australianos aquí. Necesitamos la respuesta más amplia y completa para que Australia vuelva a la normalidad”
Scott Morrison, primer ministro de Australia.
Por su parte, Australia registra actualmente casi 24.000 contagiados de COVID-19 desde el inicio de la pandemia y 438 fallecidos. Parecían haber controlado con éxito la pandemia y, en efecto, dispusieron flexibilizaciones a las medidas de contención, pero un rebrote detectado en Melbourne a finales de junio obligó a someter a confinamiento a los 5 millones de habitantes de la ciudad hasta mediados de septiembre.
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