Un grupo de francotiradores disparará a más de 10.000 camellos desde helicópteros para evitar que beban demasiada agua y causen estragos en Australia, país fuertemente afectado por la sequía.
Otro de los motivos es que los camellos en estado salvaje están acudiendo a las fuentes de agua de las que disponen las poblaciones aborígenes de la zona, por lo que dañan sus infraestructuras y ponen en peligro a las familias y comunidades, además de competir con el ganado.
Los medios australianos explican que si no se lleva a cabo este sacrificio masivo, la población de camellos se duplicaría cada 8 o 10 años. Se estima que el número total de camellos en el país actualmente asciende a 1.2 millones.
La operación para controlar la población de camellos durará cinco días y se llevará a cabo en los territorios de Anangu Pitjantjatjara Yankunytjatjara (APY), una extensa zona administrada por un gobierno local (AGL) aborigen ubicada en el extremo noroeste de Australia Meridional. Sus cadáveres se dejarán secar antes de quemarlos o enterrarlos.
Estos animales además son objeto de preocupación por las emisiones de gases de efecto invernadero, ya que emiten metano equivalente a una tonelada de dióxido de carbono por año, aseguró Tim Moore, director ejecutivo de los especialistas en agricultura de carbono RegenCo, quien dijo que esto es como si se sumaran 400 mil automóviles en una carretera.
Según el portal camelscan, en Australia hay hasta 1,2 millones de camellos salvajes, cuya población se duplica cada 9 años, habitan una extensión de 3,3 millones de kilómetros cuadrados y provocan unos daños económicos anuales de unos 10 millones de dólares australianos.
Esta no sería la primera vez que se sacrifican miles de animales salvajes como camellos o caballos que no son endémicos de Australia y que muchas veces suponen un peligro para el ecosistema y las especies autóctonas.
Cabe destacar que los camellos fueron introducidos en Australia desde India y Afganistán durante el siglo XIX, principalmente para ser utilizados en los rubros del transporte y la construcción.
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Los efectos de los incendios forestales australianos en los animales del país han sido inmensos y devastadores, y las llamas no muestran signos de desaceleración.
En las últimas semanas, las llamas han arrasado 8 millones de hectáreas de vegetación en Australia, equivalentes al territorio de Austria.
Algunos expertos estiman que la cantidad de animales muertos producto de los incendios, incluidas mascotas y ganado, sería cercana a los 500 millones, además de cientos de miles de especies de fauna nativa heridas y desplazadas.
2 comentarios
una lastima sacrificar de tal manera, si por lo menos obtuvieran algo de ellos carne, cuero etc no seria tan en vano el sacrificio.
Somos unos bárbaros, los animales y la naturaleza son blancos fáciles de nuestro desprecio por el mundo lo q nos molesta tiene q morir……..estoy cansado de la humanidad perversa…….q existió, existe y existirá siempre sobre la faz de esta tierra.