El hecho se conoció hace unas horas, durante la jornada del jueves 3 de agosto, pero se trata de un episodio que tuvo lugar el pasado 29 de julio en el Aeropuerto Internacional de Ezeiza, la terminal aérea internacional que sirve al Área Metropolitana de Buenos Aires, Argentina. Allí, una joven de 20 años fue detenida tras ser descubierta con más de 700 gramos de cocaína en su cuerpo.
Una joven de 20 años fue detenida en los últimos días en el Aeropuerto Internacional de Ezeiza tras ser descubierta por las autoridades aeroportuarias con unas 78 cápsulas de cocaína distribuidas entre su estómago y su vagina. La protagonista de la causa intentaba viajar a Europa como mula con abundante cantidad de droga oculta dentro de su cuerpo.
Se trata de una muchacha que tenía planificado embarcar en el vuelo N° IB 2602 de la empresa aerocomercial Level, con destino a la ciudad española de Barcelona. Sin embargo, los problemas para ella comenzaron durante una entrevista previa al vuelo. Según ha trascendido, había sido seleccionada especialmente para un interrogatorio particular por algunas cuestiones que llamaron la atención del personal de control: su pasaporte había sido emitido muy recientemente, al igual que el pasaje.
Asimismo, al tratarse de un vuelo directo también generó ciertas sospechas ya que muchas personas que ingieren drogas para contrabandear tienden a tomar vuelos sin escalas para reducir las chances de defecar las cápsulas durante el trayecto (lo cual, en algunos casos, las obliga a lavarlas para una nueva ingesta).
Como desenlace de tal interrogatorio, se procedió a un control corporal no invasivo: agentes de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA), conjuntamente con funcionarios de la Dirección General de Aduanas y personal de AIRCOP, procedieron a realizarle una examinación mediante equipo de rayos X (Body Scan) y delante de la presencia de testigos para que hubiera cierto reparo en el trato.
A juzgar por las imágenes, los efectivos observaron la posible presencia de elementos extraños en el organismo, concentrados en su zona genital. En consecuencia, con la orden judicial en mano, la pasajera empezó a ser requisada hasta que en un momento confesó espontáneamente y manifestó que transportaba un paquete introducido vía vaginal.
La joven fue trasladada al Hospital de Ezeiza mientras evacuaba las cápsulas detectadas en las imágenes del escáner: finalmente se descubrió que tenía otras 67 cápsulas en el sistema digestivo y, en total, en su cuerpo llevaba 742 gramos de esa droga.
