¡Atentos! Burger King anunció que modificará la dieta de algunas sus vacas para que emitan menos gases, agregándole la hierba de limón, en un intento por limitar los aportes de los bovinos al cambio climático. Este cambio en la dieta podría reducir las emisiones diarias de metano en 33%, aseguró Burger King esta semana.
La cadena de comida rápida trabajó con científicos de la Universidad Autónoma del Estado de México y la Universidad de California para desarrollar una nueva dieta para vacas que redujera las emisiones de metano.
El resultado fue que al agregar 100 gramos de hojas de hierba de limón a la dieta del animal podría ciertamente reducir las emisiones de metano hasta en un 33 por ciento.
La emisión de metano, un subproducto de la digestión vacuna, se convirtió en un obstáculo en potencia para las relaciones públicas de las grandes cadenas de hamburgueserías.
La compañía lanzó una campaña en las redes sociales, aunque para muchos usuarios fue considerada como una pura estrategia de marketing. Y es que aunque se le reconoce el haber puesto el problema sobre la mesa, lo cierto es que todavía le corresponde al consumidor exigir carne de mejor origen y considerar su propio impacto ambiental al ordenar el menú en Burger King.
Junto con la conversión de tierras subdesarrolladas en tierras de pastoreo, que daña la biodiversidad, el metano es el otro problema ambiental importante derivado de la producción en masa de carne de res.
Además del CO2, el metano es uno de los principales contribuyentes al aumento de las temperaturas, ya que actúa como una «trampa de calor» en la atmósfera. Las emisiones de metano representaron una cuarta parte de las emisiones totales de gases de efecto invernadero del sector agrícola en 2018. La industria agrícola representa el 9.9 por ciento de la huella ambiental total de los Estados Unidos, según la Agencia de Protección Ambiental.