Tanto en la ciudad de Barcelona como en el resto de Catalunya, el día 26 de diciembre también es festivo. Parece ser que las comidas celebradas durante la Nochebuena y Navidad no eran suficientes para los catalanes y han acogido una tradición muy particular que les permite extender los festejos bajo la adoración a Sant Esteve. En este post te contamos de qué se trata.
La fiesta de San Esteban se celebra el día después de Navidad, es decir, el 26 de diciembre, y tradicionalmente consiste en una reunión familiar en la que se suelen comer canelones, neules (barquillos) y turrones. «Por Sant Esteve comemos canelones y nos reunimos con la familia», han indicado desde la cuenta oficial de Twitter de Visit Barcelona, entidad a cargo de Turisme de Barcelona Board.
¿En qué consiste la celebración de Sant Esteve?
Ahora bien, ¿de qué se trata esta celebración y cómo surge? Según la historia, el origen de la festividad de Sant Esteve estaría en la necesidad de contar con una jornada «extra» para hacer el camino de vuelta a casa luego de la Navidad. Por tal motivo, también es conocida como la «Segunda Navidad«, y según la leyenda popular, se debe recurrir a cocinar canelones con los restos de las comidas preparadas en Nochebuena y Navidad.
La gente necesitaba bastante tiempo para regresar a sus casas después de la festividad: debido a ello por el día de Sant Esteve, en conmemoración al primer mártir cristiano, empezó a ser jornada no laboral. Además de ser patrono de Roma, San Esteban es el patrón los caballos, los mozos de cuadra, cocheros, canteros, albañiles, carpinteros, tejedores, sastres, toneleros. Además, de un protector contra la obsesión, las piedras y los dolores de cabeza.
A decir verdad, se trata de un festejo que solo se celebra en algunas zonas concretas de España, como lo son las comunidades autónomas de Cataluña e Islas Baleares, donde más arraigo por esta tradición se ha registrado. Según registros, restaurantes emblemáticos como la Maison Dorée de Barcelona los servía ya en el siglo XIX a una burguesía que los consideraba un plato especialmente refinado. Sin embargo, el santo también es homenajeado en pueblos de Navarra, Burgos y Valencia.
Hay quienes adjudican que la idea de los canelones surge como símbolo de la estrecha relación que mantuvieron en la Edad Media las tierras catalanas con las árabes que, después de haber descubierto la pasta en la cocinas persas que a su vez las habían traído de China, la introdujeron en Occidente.
Como comentamos anteriormente, surge como cocina de aprovechamiento y reelaboración de los restos de las jornadas anteriores, entre los platos que se «reutilizan» se destaca la escudella i carn d’olla o sopa de macarrones, es una sopa típica de invierno que es tradicional de Cataluña. De allí que la tradición manda “con diferencia” degustar canelones de carne, frente a otras variantes que se han ido imponiendo con el paso de los años.
Paso a paso: la tradicional receta de los canelones a la catalana
La receta tradicional de canelones para celebrar Sant Esteve o Día de San Esteban implica mezclar tres tipos de carne en el relleno -ternera, cerdo y pollo- con el toque especial que se da en cada casa.
Ingredientes para preparar canelones a la catalana (para 4 personas)
- Carne picada de ternera 400 g
- Carne picada de cerdo 200 g
- Pechuga de pollo picada 150 g
- foiegras o fuagrás (lata) 100 g
- Cebolla 1
- Salsa bechamel 400 ml
- Láminas de pasta para canelones 12
- Queso Parmesano al gusto
- Tomate maduro rallado 2
Preparación
Para empezar, será necesario mezclar las carnes en un bol trabajando con el tenedor hasta que se haga una mezcla más o menos homogénea. En una sartén con tres cucharadas soperas de aceite de oliva virgen extra, pochamos a fuego lento una cebolla picada con el corte brunoise. Luego se añaden las carnes, dejando que se cocinen mientras se remueven con un cucharón.
Después será importante añadir una lata de foiegras y mezclar bien. Agregar un buen chorreón de brandy o cognac y dejar que se evapore el alcohol. Añadir dos tomates rallados y continuar cocinando mientras la carne se va convirtiendo en una amalgama de color anaranjado. Cuando todo haya cocido unos 30 minutos, estará listo para ser el relleno o farsa para los canelones. Es costumbre triturar esta carne con un procesador de alimentos o robot de cocina para obtener una especie de pasta.
Mientras tanto, cocinar las láminas de pasta siguiendo las instrucciones del fabricante y cuando estén en su punto extenderlas sobre un paño de cocina limpio. Poner una cucharada del relleno sobre la pasta y enrollar formando los canelones.
Ya casi para finalizar, poner una cucharada de bechamel en el fondo de una fuente de horno y extenderla con el dorso de la cuchara. Sobre esa base, colocar los canelones y cubrirlos con más bechamel. Sobre la bechamel, poner una capa generosa de queso parmesano rallado y meter los canelones en el horno precalentado a 180ºC. Hornear durante 10 minutos a esa temperatura y después gratinar a 230ºC para formar una costra dorada en la superficie.
