La Catedral de Siena descubre su magnífico suelo haciéndolo visible a los visitantes y convierte a la visita en una experiencia imperdible: el piso del templo de culto católico, sede episcopal de esta ciudad italiana, ha sido trabajado desde el siglo XIV al XIX, con la técnica del mármol commesso y grafito. Te contamos de qué se trata.
El procedimiento utilizado para el diseño de los pisos comprende un tipo particular de procesamiento, explica la Obra del Metro de Siena, que se encarga de proteger y promover el conjunto catedralicio: “Las primeras incrustaciones fueron dibujadas sobre losas de mármol blanco con ranuras hechas con un cincel y un taladro, rellenas de estuco negro. Esta técnica se llama graffiti. Luego se agregaron canicas de colores yuxtapuestas juntas como en una incrustación de madera: esta técnica se llama mármol commesso «. Fue la forma de trasladar al suelo la idea de los artistas, a partir de sus viñetas preparatorias.
¿Cuándo podrá admirarse semejante obra de arte? La «exhibición» del impresionante pavimento realizado con mármol puede ser disfrutado por residentes y viajeros desde el pasado domingo 26 de junio hasta el próximo 31 de julio y repetirá la oportunidad desde el jueves 18 de agosto hasta el lunes 17 de octubre.
Según han indicado, el suelo es quizás la obra más significativa del Duomo., considerada única no solo por la técnica particular empleada sino también por el mensaje de sus representaciones que son una constante invitación a la Sabiduría: son 56 las «viñetas» con episodios bíblicos y relatos acerca de la vida en la ciudad.
Cabe destacar que normalmente el mismo se encuentra tapado por una tela para protegerlo, debido a su fragilidad: solo se descubre de forma extraordinaria en algunas ocasiones, como ahora, que se trata de la primera vez tras la pandemia en que lo dejan a la vista.
Por su importancia y trascendencia, la catedral de esta histórica ciudad toscana es distinguida como patrimonio de la Humanidad. Según el artista Giorgio Vasari, autor de las biografías de las más importantes figuras del Renacentismo, el suelo de la Catedral de Siena comprende «el más hermoso, grande y magnífico jamás realizado».