Cerraron un parque en Miami después de que los guardaparques tuvieran que advertir a más de 7.300 personas que usaran máscaras

Miami
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Indignante: los funcionarios en Miami Beach, Florida, tuvieron que cerrar un parque tras cinco días después de su apertura luego de que los residentes abarrotaron el parque sin usar máscaras faciales.

Según la policía de Miami Beach, los guardaparques entregaron 7.329 advertencias verbales entre el 1 y el 3 de mayo, la mayoría de las cuales se encontraban en South Pointe Park.

Los funcionarios de la ciudad han ordenado que cualquier persona dentro de los parques y otros espacios verdes use máscaras faciales, a excepción de los niños menores de dos años, las personas con afecciones respiratorias o las personas que hacen ejercicio enérgicamente.

Miami Beach officials closed a park after rangers had to warn more ...

Los funcionarios también prohibieron grupos de 10 personas o más, prohibieron actividades organizadas como juegos deportivos o clases, marcaron los senderos peatonales como de un solo sentido e instaron a las personas a no quedarse en los parques por más de dos horas.

Los parques, campos de golf y puertos deportivos de Miami Beach estuvieron cerrados durante seis semanas hasta el fin de semana pasado, cuando los funcionarios de la ciudad autorizaron una reapertura limitada.

Sin embargo, a medida que continuó el fin de semana, los funcionarios comprobaron que los ciudadanos que acudían a South Pointe Park no estaban dispuestos a seguir las reglas.

«Intentamos de buena fe abrir nuestros parques para ayudar a la gente a salir de forma segura. En casi todos los demás parques de la ciudad, este experimento ha tenido éxito», dijeron en un comunicado, según CBS Miami. «South Pointe Park es la excepción más atroz».

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Un posible acuerdo bilateral entre Australia y Nueva Zelanda podría habilitar el futuro de los viajes entre ambos países

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La pandemia ha puesto en tela de juicio el futuro de los viajes internacionales, ya que los países han tomado medidas drásticas para garantizar la seguridad de sus ciudadanos. En la mayoría de los casos, eso ha significado cerrar fronteras e imponer cuarentenas de 14 días a los viajeros entrantes.

Al determinar el mejor camino a seguir, Nueva Zelanda y Australia están considerando una solución única que permitiría que el turismo vuelva a renacer, a un ritmo lento, mientras se mantiene un alto nivel de control: una “burbuja de viaje” entre las dos naciones.

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