Una supuesta fuga de gas en un complejo residencial confinado en el noroeste de China se ha llevado la vida de un niño de tres años y esto ha generado un revuelo en contra de la estricta política de «cero covid» del gobierno chino.
El padre del niño se encargó de afirmar en una publicación de las redes sociales que los trabajadores de los equipos Covid intentaron evitar que saliera de su complejo en Lanzhou, la capital de la provincia de Gansu, para buscar tratamiento para su hijo, lo que provocó un retraso que, según él, resultó fatal.
Una publicación en las redes sociales del padre el miércoles fue lo que informó sobre la muerte de su hijo, y tras la indignación de las personas con respecto a la política de gobierno, fue recibida con una oleada de ira y dolor público, con varios hashtags relacionados que acumularon cientos de millones de visitas durante el día siguiente en Weibo, la plataforma similar a Twitter de China.
“Tres años de pandemia fue toda su vida”, decía uno de los comentarios.
Esta es la tragedia más reciente que ha logrado alimentar una reacción negativa en contra la implacable política de cero covid de China, que continúa trastornando la vida cotidiana con confinamientos incesantes, cuarentenas y mandatos de pruebas a gran escala, incluso cuando el resto del mundo deja atrás la pandemia.
Numerosos casos similares terminaron involucrando a personas que fallecieron después de que se les negara el acceso inmediato a atención médica de emergencia durante los confinamientos, a pesar de la insistencia de los funcionarios chinos, incluido el líder Xi Jinping, en que las políticas de covid del país “ponen a las personas y sus vidas primero”.
El padre del niño dijo que su esposa y su hijo se enfermaron alrededor del mediodía del martes y mostraban signos de envenenamiento por gas. La condición de la madre mejoró un poco después de recibir reanimación cardiopulmonar del padre, pero el niño terminó entrando en coma, según la publicación del hombre en las redes sociales.
El hombre afirmó que hizo numerosos intentos de llamar tanto a una ambulancia como a la policía, pero no le fue posible comunicarse. Dijo que luego fue a pedir ayuda a los trabajadores de Covid que controlaban que todas las personas cumplieran el confinamiento en su complejo, pero fue rechazado y le dijeron que buscara ayuda de los funcionarios de su comunidad o que él mismo siguiera llamando a una ambulancia. También contó que los trabajadores le pidieron que mostrara un resultado negativo de la prueba de Covid, pero no pudo hacerlo porque no se habían realizado pruebas en el complejo en los 10 días anteriores.
Se desesperó y finalmente llevó a su hijo afuera, donde un residente “de buen corazón” llamó a un taxi para llevarlos al hospital, escribió. Sin embargo, ya era demasiado tarde cuando llegaron y los médicos no lograron salvar a su hijo.
“Mi hijo podría haberse salvado si lo hubieran llevado al hospital antes”, escribió.
El padre confirmó en su publicación en las redes sociales que la policía no apareció hasta después de haber llevado a su hijo al hospital, pero la policía local dijo en un comunicado el martes por la noche que acudieron inmediatamente al lugar después de recibir una llamada de ayuda del público y ayudaron a enviar a dos personas, incluido el niño, al hospital 14 minutos después.
El comunicado de la policía dice que el niño había muerto por envenenamiento con monóxido de carbono y que la madre permanecía en el hospital en condición estable, sin embargo no mencionaba si las medidas de confinamiento habían retrasado su tratamiento.
El jueves, las autoridades de Lanzhou lanzaron un comunicado expresando dolor por la muerte del niño y condolencias a su familia. Prometieron “tratar con seriedad” a los funcionarios y unidades de trabajo que no facilitaron un rescate oportuno para el niño. “Hemos aprendido una lección dolorosa de este incidente… y pondremos a las personas y sus vidas primero en nuestro trabajo en el futuro”, dice el comunicado.
