Un equipo de investigadores de la Universidad Estatal de Pensilvania ha encontrado nueva evidencia de antiguos océanos en Marte.
Así es, el planeta rojo con una atmósfera aparentemente hostil y llena de polvo puede haber sido el hogar de una costa y, sinceramente, ¿qué tan genial sería nadar?
El equipo, dirigido por Benjamín Cárdenas, publicó sus hallazgos en el Journal of Geophysical Research: Planets.
Al analizar los mapas del terreno de Marte, el equipo rastreó la acumulación de sedimentos en áreas específicas que podrían ser consistentes con los niveles presentes en la acumulación de la costa oceánica.
Los investigadores mapearon más de 6.500 km de crestas fluviales, básicamente signos de sedimentos que deposita el agua que fluye, y los agruparon en 20 sistemas.
Luego rastrearon la evidencia para presentar una estratigrafía del margen de un antiguo océano.
Para aquellos de nosotros que nos saltamos gran parte de su libro de texto de ciencia GCSE (WE), el equipo esencialmente midió la cantidad de sedimento que queda del flujo de agua en cada área para formar un mapa de la costa.
Y resulta que las «Mediciones de antiguas direcciones de flujo y posiciones estratigráficas registran la historia de una línea de costa a escala oceánica que, con el tiempo, se elevó al menos 900 metros verticalmente mientras retrocedía de norte a sur», que es un océano bastante grande.
Esto significa que no solo Marte podría haber tenido un cuerpo sustancial de agua, sino que también apunta a que el planeta tiene un clima más cálido y húmedo de lo que se pensaba, lo que es un buen augurio al considerar el planeta como una opción para sustentar la vida.
Aún así, si bien los hallazgos son ridículamente impresionantes, según Cárdenas, los recopilaron utilizando una estratigrafía y una geología bastante «mundanas».
«En la Tierra, trazamos la historia de las vías fluviales al observar los sedimentos que se depositan con el tiempo».
Entonces, aplicaron esta idea a Marte, y listo, hay algunos hallazgos bastante impresionantes, como continuó explicando Cárdenas: «A eso lo llamamos estratigrafía, la idea de que el agua transporta sedimentos y se pueden medir los cambios en la Tierra entendiendo la forma en que ese sedimento se acumula. Eso es lo que hemos hecho aquí, pero es Marte».
Cárdenas dijo que los hallazgos fueron significativos para ayudar a señalar el potencial de vida en el planeta rojo: «Lo que inmediatamente viene a la mente como uno de los puntos más importantes aquí es que la existencia de un océano de este tamaño significa un mayor potencial de vida».
