Científicos han redescubierto un misterioso bosque «perdido» destruido hace 22 millones de años

MISTERIOSO BOSQUE EN PANAMÁ
Redactora Social
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Los científicos han redescubierto un bosque «perdido» que fue destruido hace unos 22 millones de años.

El bosque está ubicado en el Canal de Panamá y los investigadores creen que contendrá una gran cantidad de especies.

Tiene alrededor de 22 millones de años y fue destruido en una erupción volcánica, dejando un marcador geológico distintivo.

Investigadores del Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales descubrieron restos fosilizados de árboles en la isla de Barro Colorado.

Durante un período llamado Época Mioceno las placas tectónicas del Caribe y América del Sur chocaron, formándose la actividad geológica Panamá y Centroamérica.

Como resultado de la colisión se creó una colina que eventualmente se habría elevado hasta convertirse en la isla de Barro Colorado en el océano.

Se encontraron un total de 121 piezas de madera preservadas que indican que habría sido un ambiente perfecto para que florecieran los manglares, pero no para ninguna otra especie de árbol.

Los manglares son árboles inusuales porque tienen adaptaciones que les permiten sobrevivir en áreas con concentraciones de sal mucho más altas.

Y dado que esta zona tenía una mezcla de agua salada y dulce, era perfecta para este tipo de árbol.

Los manglares se encuentran en lugares costeros y a veces pueden formar barreras naturales hacia el mar, creando a veces un entorno protegido.

Como resultado, muchas criaturas, incluidos los peces juveniles, se sienten atraídas por los manglares, seguidas por los depredadores para alimentarse de animales más pequeños.

Los científicos también descubrieron que, debido a los niveles mucho más altos de dióxido de carbono en la atmósfera, creen que los árboles no se parecían a nada que se vea hoy en la Tierra.

La falta de otros tipos de fósiles de árboles también sugiere que otras especies pueden haber luchado por sobrevivir en el área.

Pero el bosque de manglares tuvo un final violento, y la evidencia geológica sugiere que fue destruido en una erupción volcánica.

Esto desencadenó un ‘lahar’, un término de Indonesia utilizado para describir un gran flujo de barro, agua, rocas y cenizas.

Estos pueden fluir casi como si el hormigón húmedo pudiera cubrir grandes áreas muy rápidamente.

Como resultado, y algo crucial para los científicos que investigan el sitio, son capaces de preservar fósiles.

Puede hacerlo porque la sustancia encierra materia orgánica antes de que tenga la posibilidad de pudrirse, dejando atrás la huella geológica del animal o la planta.

Esto ha dejado atrás fósiles de los enormes manglares que habrían poblado la zona.

También hay pruebas suficientes para sugerir que, en realidad, fue una única erupción la que destruyó el bosque y no varias.

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