Un cohete se desintegró, iluminó el cielo del noroeste del Pacífico y fue increíble

Un cohete se desintegró e iluminó el cielo del noroeste del Pacífico y fue increíble
Redactora / Travel writer
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El pasado jueves, 25 de Marzo, el cielo nocturno de la región noroeste del Pacífico se iluminó cuando una fase del cohete Falcon 9 se desintegró y generó un espectáculo de luces increíble.

Ocurrió alrededor de las 9 de la noche, hora local, del pasado jueves y el cielo en esa parte del mundo se vio como si estuviese teniendo lugar una intensa y concentrada lluvia de meteoros. Incluso varios videos aparecieron en redes sociales, de diferentes personas compartiendo el momento y preguntándose si se trataría de algún cometa o accidente aéreo. La realidad es que se trataba del cohete Falcon 9.

La segunda etapa del Falcon 9 de SpaceX se desintegró al ingresar a la atmósfera, según informó el astrónomo Jonathan McDowell del Centro de Astrofísica en en su cuenta oficial de Twitter.

De todas formas, el Servicio Meteorológico Nacional de Seattle también se encargó de aportar tranquilidad, informando que «los objetos brillantes en el cielo fueron los restos de la segunda etapa del cohete que no logró una combustión de desorbitación» al comenzar la secuencia de reingreso a la atmósfera terrestre.

El cohete Falcon 9 fue lanzado el 4 de Marzo, logrando poner en órbita de manera exitosa su carga de 60 satélites de SpaceX Starlink. Si bien la primera etapa del Falcon 9 está diseñada para poder aterrizar nuevamente en la Tierra para que pueda ser equipado nuevamente y reutilizado, la segunda etapa, más pequeña, está diseñada para desintegrarse al volver a entrar a la atmósfera.

En circunstancias normales, la segunda fase de Falcon 9 hubiese regresado a la Tierra de una forma controlada luego de haber entregado la carga, utilizando una desorbitación de combustión sobre el océano Pacífico. Además, en caso que alguna parte resistiera el reingreso a la atmósfera, las chances de que estas piezas causen algún daño son mínimas.

Sin embargo, en este caso particular, hubo un mal funcionamiento en la segunda etapa que causó una desorbitación lenta y sin control que se desarrolló durante 22 días, culminando el pasado jueves.

Si bien los astronautas han estado siguiendo y monitoreando la segunda etapa, era prácticamente imposible saber dónde iría a reingresar ala atmósfera. Afortunadamente, mas allá del impacto que causaron las luces del cohete, el evento suponía una amenaza mínima para las personas debido a la altitud en la que se encontraba.

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