La helioterapia se ha practicado desde la época de los pueblos griegos, incluso el gran Hipócrates era un defensor de las propiedades curativas del sol.
Lejos de ser peligroso, la exposición controlada y moderada a la luz solar tiene numerosos beneficios que pueden ayudar a la piel, los huesos y la mentalidad mental.
¿De qué se trata la helioterapia?
La ciencia de la helioterapia es simple (y es un tratamiento gratuito). Todo lo que se necesita es un poco de aire fresco y sol. Es un enfoque holístico de la energía curativa de la luz que ha sido algo olvidada en los tiempos modernos. Se basa en el poder de la luz solar para regular los niveles de vitamina D con el fin de mantener los cuerpos más sanos y más atestados.
Dosis natural de vitamina D
La vitamina D es crucial para mantener la salud, y la luz solar es la mejor manera de obtener una buena dosis de ella. Cuando los niveles de vitamina D se ubican en un rango óptimo, las ventajas para el cuerpo incluyen una presión arterial más baja, niveles de azúcar en la sangre mejor regulados, niveles de colesterol más saludables y un sistema inmunológico más fuerte.
¿Por qué el cuerpo lo necesita?
La vitamina D regula la absorción de calcio y fósforo y es importante para el crecimiento y desarrollo de los huesos y los dientes. También ayuda al sistema inmunológico y mejora la resistencia contra ciertas enfermedades. No consumir suficiente energía de la luz solar puede provocar dolor óseo y muscular, fracturas por estrés y cansancio.
¿Por qué no tomar un suplemento?
La luz solar proporciona una amplia gama de minerales esenciales. Hierro, magnesio, sodio y carbono, entre otros, se transmiten en forma refinada, penetrando en el cuerpo de una manera duradera, segura y agradable que supera con creces lo que viene en forma de tableta.
Cuándo realizar tu helioterapia
Contrariamente a lo que es la norma, los defensores de la helioterapia salen al sol (aunque sea por períodos estrechamente monitoreados) durante las horas pico del sol, alrededor del mediodía. Este es el momento en que la exposición a UVB está en su nivel más alto, a diferencia de la mañana y la tarde cuando UVA está en su punto máximo. A diferencia de los rayos UVB, los rayos UVA no ayudan a producir vitamina D a través de la piel y también son los rayos UV asociados con el melanoma. Al mediodía, obtiene un equilibrio de ambos, y la oportunidad de aumentar los niveles de vitamina D de forma natural.
La moderación es la clave
Tener un cutis más claro que el de Blancanieves no significa que el sol deba evitarse constantemente. Sin embargo, aquellos con una tez muy clara, obviamente, deben tener precaución adicional cuando se tiren a tomar sol en la playa. De diez a quince minutos es todo lo que se necesita para comenzar a completar los niveles de vitamina D y, a medida que el cuerpo comienza a obtener un brillo de bronce, esta vez se puede extender. Por otro lado, aquellos con tez más oscura pueden necesitar un poco más de un cuarto de hora antes de comenzar a cosechar los beneficios para la salud de los rayos del sol.
El factor Feelgood
El rubor de un bronceado, mezclado con arena de playa, sal de mar, crema solar y el aire fresco del mar también puede tener un efecto profundo en la mente. La vitamina D ayuda a regular el sueño, así que no se sorprenda si siente la necesidad de meterse en la cama después de un día en la playa. El sueño y el sueño tranquilo están al alcance de la mano cuando el cuerpo recibe suficiente luz solar.
Los niveles suficientes de vitamina D también han demostrado ayudar a regular los cambios de humor y ayudar a prevenir la depresión, así como contribuir a controlar la ansiedad.
