Europa y sus particularidades que desconciertan a los estadounidenses
Viajar a Europa es una experiencia fascinante para muchos estadounidenses, pero también puede ser un terreno lleno de sorpresas culturales 🌍. Aunque se tratan de países modernos y globalizados, algunas costumbres europeas generan desconcierto, risas o curiosidad desde la perspectiva norteamericana. Desde su estilo de vida más relajado hasta la forma en que sirven bebidas, te contamos qué aspectos del viejo continente resultan más extraños para los visitantes de EE.UU.
1. La falta de hielo en las bebidas
En Estados Unidos, pedir un refresco significa recibir casi medio vaso de hielo ❄️. En Europa, en cambio, las bebidas suelen servirse a temperatura ambiente o con solo un par de cubitos. Este detalle, tan simple, puede causar enorme sorpresa (y hasta decepción) en los turistas estadounidenses.
La razón responde tanto al clima como a diferencias culturales: en muchos países europeos no se acostumbra agregar hielo porque se considera que diluye el sabor o porque confían más en el sabor original del producto.
Curiosidad:
Algunos bares en España y Francia podrían incluso cobrar extra por agregar hielo, lo que para muchos americanos resulta impensado.
2. El cobro por el uso del baño público 🚻
En varias partes de Europa -como Alemania o Italia-, es común tener que pagar una pequeña tarifa para usar el baño en estaciones de tren, centros comerciales o incluso restaurantes. Esto desconcierta a los estadounidenses, quienes están acostumbrados a baños públicos gratuitos en la mayoría de los espacios.
Consejo viajero:
Llevar siempre algunas monedas encima puede ahorrarte apuros si viajas por Europa. Descubre aquí otros consejos clave para viajar por Europa.
3. Vegetales como desayuno
Los desayunos europeos pueden parecer ligeros o incluso «saludables de más» para un estadounidense. En países como Alemania o Turquía, es común incluir tomates, pepinos, quesos y embutidos como parte del desayuno.
Esto contrasta fuertemente con las preparaciones ricas en azúcar que dominan en EE.UU., como pancakes, cereales y jugos artificiales.
4. La obsesión por el pan de verdad 🥖
Mientras en EE.UU. se consume pan de molde industrial y esponjoso, en Europa —sobre todo en Francia, Alemania o Italia— el pan es casi un arte. La baguette, el pan integral o el pan negro forman parte esencial de cada comida, y siempre recién horneado.
Los turistas estadounidenses pueden sentirse extrañados por la firmeza o la falta de azúcar en estos panes, e incluso pueden tener que aprender a cortar y untar a la “manera local”.
5. Las vacaciones largas (y merecidas)
Uno de los aspectos que más envidian —o encuentran curioso— los estadounidenses es la cantidad de vacaciones que disfrutan los europeos. En países como Francia o España, es común tener al menos 25 días laborales de vacaciones pagadas por año, algo que se considera un lujo en EE.UU.
Además, los negocios cierran por varias semanas completas en verano, especialmente en agosto. Esta desconexión del trabajo puede parecer impensada para la cultura “workaholic” estadounidense.
6. El uso (limitado) del aire acondicionado ❄️😓
Aunque los veranos europeos pueden ser calurosos, muchos hogares, hoteles y restaurantes carecen de aire acondicionado. En los países del norte —como Alemania o los Países Bajos— incluso se considera innecesario.
En cambio, en Estados Unidos, el aire acondicionado funciona durante casi todo el año y es esencial tanto en hogares como oficinas.
Dato útil:
Te contamos cómo preparar tu viaje a Europa en verano sin morir de calor en esta nota exclusiva.
7. Cambiar platos por pan en las comidas 🍽️
Muchos restaurantes europeos no sirven pan separado en un plato individual. Los comensales suelen colocar directamente su pan sobre la mesa o servilleta. Para algunos visitantes estadounidenses, que están más acostumbrados a la separación estricta de alimentos, esto puede resultar desconcertante.. ¡Pero sí, así se hace!
8. El amor europeo por las duchas sin cortinas 🛁
Un «misterio» recurrente para los turistas en Europa es la presencia de duchas abiertas o con tan solo un pequeño panel de vidrio que cubre parte del espacio. Esto genera salpicaduras por doquier y muchos visitantes se preguntan: ¿por qué no poner una cortina o una mampara completa?
Aunque la estética y el diseño moderno justifican esta elección, no deja de ser una experiencia que deja perplejos a muchos viajeros novatos.
9. El bidé: estrella del baño que causa confusión
El bidé, especialmente popular en Italia, Francia y España, suele generar desconcierto entre los turistas estadounidenses. ¿Para qué sirve? ¿Cómo se usa? Aunque cada vez más personas en EE.UU. comienzan a adoptarlo, todavía en muchos sectores se ve como un lujo innecesario o un misterio sanitario.
Según The New York Times, la pandemia impulsó el interés por los bidés en EE.UU., pero aún falta mucho para que se conviertan en la norma.
10. Las reglas estrictas para cruzar la calle 🚦
En ciudades como Viena o Ámsterdam, los peatones respetan con fervor el semáforo, incluso si no viene ningún coche. Los estadounidenses, acostumbrados a cruzar en cuanto lo consideran seguro, pueden ser multados por «jaywalking» en algunos países europeos si ignoran la señal vial.
Recuerda:
La seguridad vial es un tema serio en Europa y siempre vale la pena respetar las normas locales. Lee más sobre los errores que debes evitar al viajar por Europa.
11. El tamaño de las porciones 🍝
Para los estadounidenses, Europa puede parecer un mundo de «mini comidas». Las porciones son más pequeñas
