Durante la pandemia de COVID-19, la tradición del grupo de los jueves se mantuvo a través de llamadas de Zoom, a las que pudieron sumarse amigos de lugares tan lejanos como Australia y Canadá.
Seis amigos mayores del Reino Unido tienen una tradición semanal que no se han perdido en 56 años. Todos los jueves, los amigos se reúnen para tomar una pinta de cerveza en un pub. Esta tradición continúa como un reloj, y rara vez la han dejado de lado en momentos inevitables.
Durante 56 años, Paul Haynes, Bill Munden, Ken King, Peter Thirlwall, Brian Ayres y Dick Cotton se reúnen todos los jueves. Peter, un ingeniero eléctrico jubilado, le dijo a la BBC: «A veces, todos estamos de vacaciones y no podemos hacerlo. Pero ha habido momentos en los que hemos quedado todos los jueves del año, dos o tres años seguidos».
Su amistad comenzó en 1968, cuando los estudiantes Ken y Paul empezaron a ir a los pubs después de jugar al golf durante sus descansos de estudio. Lo que empezó como salidas casuales se convirtió en una tradición inamovible, evolucionando hasta convertirse en un ritual que ha durado décadas. «Necesitas una nota escrita si te pierdes una», bromea Ken.
Con los años, los temas de conversación han cambiado. Lo que antes se centraba en el fútbol y las relaciones ahora se ha convertido en debates sobre la salud y las pensiones. «Solíamos hablar de fútbol y sexo. Hoy en día, hay más próstatas y pensiones», bromea Peter, sentado en el pub White Swan a unos kilómetros al sur de Sheffield.
El grupo ha rotado de pubs a lo largo de los años entre Sheffield y Rotherham, asegurándose de tener en cuenta la distribución geográfica de sus miembros. A pesar de los cierres de pubs y el impacto de la pandemia, su vínculo se mantuvo intacto.
Durante la COVID-19, su tradición de los jueves se mantuvo a través de llamadas de Zoom, a las que pudieron unirse amigos de lugares tan lejanos como Australia y Canadá. «Seguimos haciendo Zoom una vez al mes», explica Ken, y añade que incluso tuvieron una reunión retrasada del 55º aniversario el mes pasado para sus miembros de larga distancia.
El grupo atribuye esta armonía a sus valores fundamentales compartidos a pesar de las marcadas diferencias en las opiniones políticas y las lealtades futbolísticas. «Todos somos diferentes. Tenemos opiniones políticas increíblemente opuestas, lo que lleva a las discusiones más increíbles e ilógicas», dice Paul, pero estas discusiones nunca pasan al ámbito personal. «Si discutimos, no es sobre cosas críticas», agrega Brian.
Una prueba de su unidad es su generosidad compartida: nunca han discutido sobre a quién le toca pagar la siguiente ronda. Las únicas disputas han surgido de su afán por comprarse bebidas mutuamente, más que de cualquier tacañería.
A pesar de que la vida les presentó grandes hitos (entre todos tuvieron 17 hijos, 33 nietos y seis bisnietos), su tradición se ha mantenido intacta.