El hecho ocurrió en Dikson, región de Krasnoyarsk, en Rusia. El animal fue avistado por la zona con una lata de leche condensada atascada en su lengua. Ante este panorama, el organismo de control de los recursos naturales de Rusia, envió desde la ciudad de Moscú, un grupo de veterinarios que luego de tranquilizarlo lograron quitarle el metal afilado de la boca.
Mikhail Alshinetsky, veterinario del zoológico de Moscú que formó parte del equipo médico, informó: «Lo más probable es que se recupere porque los músculos subyacentes de la lengua no están afectados, pero la piel de la superficie está dañada”. Según informaron, el oso permanecerá en observación durante algunos días, y luego será trasladado nuevamente a su hábitat natural, donde se le suministrará alimento.
Asimismo, varios científicos y ambientalistas, han insistido en que los desechos alimenticios que atraen a los osos polares hacia las comunidades humanas, ponen a estos animales en grave peligro.
Geoff York, director principal de conservación de la ONG Polar Bears International, declaró que: «Asistimos a un aumento lento y regular de las interacciones negativas entre el hombre y el oso polar, alimentado en gran parte por la disminución de la corteza polar, que saca más osos polares hacia las costas durante más largos periodos y múltiples lugares».
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Fuente: El Mundo