Chance es un perro de terapia que ha enfrentado momentos extremadamente difíciles en su vida. En sus primeros años, fue descubierto al borde de la muerte con una bala incrustada en su hombro izquierdo. Los rescatistas actuaron rápidamente y lo llevaron de urgencia a un hospital veterinario, donde lograron salvarle la vida. Sin embargo, como resultado de sus heridas, perdió una de sus patas.
Este canino, de pelaje color miel, ha recibido una segunda oportunidad en la vida y ahora se dedica a visitar a niños que también han experimentado la pérdida de alguna extremidad. Su objetivo es brindarles apoyo y aliento durante este proceso difícil. Chance se ha convertido en un miembro activo de Shriners Children’s Lexington y es ampliamente reconocido en la comunidad de Kentucky por su labor en esta noble causa.

Andrea White, la dueña del perro, compartió en una entrevista para el canal Fox News 56 que quedó asombrada por todas las contribuciones que su perro ha hecho en la comunidad, a pesar de los terribles maltratos que sufrió en el pasado. Comentó: «Llegamos aquí en junio y a él le encanta entrar a las habitaciones para saludar a los niños y a sus familias».
El perro llegó a su nuevo hogar seis meses después de haber tenido una de sus patas amputadas. Desde el primer día en su nuevo entorno con Andrea, su nueva propietaria, demostró un comportamiento excepcionalmente amigable y se destacó por su inteligencia y su habilidad para comprender a las personas.

Sin perder tiempo, Andrea se dio cuenta de que su mascota tenía el potencial necesario para convertirse en un perro de terapia. Por lo tanto, decidió inscribirlo en un curso que le enseñaría cómo ayudar a las personas a sobrellevar sus emociones. Una vez que Chance y Andrea completaron el programa de entrenamiento para mascotas de terapia, se unieron al equipo de Shriners Children’s Lexington.
Posteriormente, en una entrevista para la revista People, Andrea White compartió que la mayoría de las visitas que realizan en el hospital son muy gratificantes, ya que los niños se emocionan al ver a su mascota. Comentó: «Muchos de ellos se acercan a él de inmediato, incluso se tiran al suelo para estar más cerca, al igual que sus padres y hermanos».

En ese sentido, Chance muestra una predilección especial por complacer a las personas y, especialmente, a los niños. Se permite recibir todo tipo de cariños mientras se encuentra en la sala de exámenes, como si tuviera una comprensión innata de que está desempeñando un papel importante. La dueña del perro compartió que los veterinarios que lo atendieron afirmaron que su cirugía fue la más complicada que habían realizado en toda su carrera.
Vale la pena destacar que el perro tiene su propio perfil en la sección de personal del hospital infantil en su sitio web. En esta descripción, lo describen como un animal que desempeña un papel fundamental en la reducción del estrés y la ansiedad de los pacientes. Las sesiones de terapia con Chance suelen durar alrededor de una hora, y los empleados de la clínica aseguran que su mera presencia tiene un impacto significativo en el ambiente de trabajo.

En relación a esto, la administración del hospital explicó en su sitio web: «Muchas de las visitas relacionadas con las prótesis pueden extenderse durante más de una hora, por lo que la presencia de Chance brinda a los pacientes y a sus familias algo que esperar. Las sonrisas en los rostros de los pacientes y sus seres queridos lo dicen todo».
En cuanto a su rutina, cuando no se encuentra en la clínica, Chance disfruta de su tiempo en casa descansando junto a su dueña o jugando con su hermana Sadie. Además, Andrea White ha expresado su deseo de que su mascota participe en terapias en aeropuertos, bibliotecas, refugios y otros lugares donde las personas necesiten ayuda para combatir la ansiedad.