Indignante: el hijo mayor del presidente de Estados Unidos, Donald Trump Jr., disparó y mató a una oveja en peligro de extinción en Mongolia, antes de recibir un permiso especial del gobierno de ese país.
El hijo del presidente de los Estados Unidos hizo un viaje a las montañas rocosas de Asia Central, donde se encontró con la oveja argali, durante el mes de agosto.
Los argali son las ovejas más grandes del mundo y son conocidos por sus cuernos curvos gigantes. La especie en peligro de extinción se considera un tesoro nacional en Mongolia, pero eso no impidió que Trump Jr. matara a uno.
El derecho a matar a un argali está controlado por un sistema de permisos que, según los expertos, se basa principalmente en el dinero, las conexiones y la política, según informa ProRepublica.
Aunque la cacería fue apoyada por el gobierno, el empresario no recibió su permiso hasta el 2 de septiembre, después de haber matado a las ovejas y abandonar la región.
El animal está considerado en el país como un tesoro nacional por lo que es bastante venerado ya que es capaz de tener una ornamenta de hasta dos metros.
Al parecer, este permiso llegó gracias a una reunión que mantuvo su padre con el presidente del país, Khaltma Battulga, a finales del mes de julio.
Aunque los permisos de caza están destinados a proteger a las ovejas y a financiar los esfuerzos de conservación, la población de argalis se desplomó de 50,000 en 1985 a 18,000 en 2009. Los animales están listados como amenazados bajo la Ley de Especies en Peligro de Extinción de EE. UU.
El hombre de 41 años también mató a un ciervo rojo, que igualmente requería un permiso. Según los registros obtenidos por ProRepublica, Trump Jr. recibió un «tratamiento especial» durante su viaje.
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300 pájaros cayeron misteriosamente del cielo. Todos los cadáveres quedaron dispersos en un camino en el norte de Gales.
El grupo de pájaros muertos fueron descubiertas en Anglesey por Hannah Stevens, quien había visto a la bandada volar más temprano ese día.
Stevens dijo que inicialmente los había visto volar sobre su cabeza. Asegura que parecía que habían comido algo en el camino.
Solo una hora después, regresó al camino para encontrar a la gran bandada de animales muertos, dejándola confundida sobre lo que les había sucedido a las criaturas emplumadas.
