El Parque Nacional Yosemite podría reabrir la próxima semana limitando su capacidad al 50 por ciento

Yosemite
Redactor
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Tras cerrar el acceso a los visitantes durante más de dos meses debido a la pandemia de COVID-19, el Parque Nacional de Yosemite podría reabrir finalmente el 11 de junio.

Por el momento, la reapertura aún depende de que los funcionarios de salud estatales otorguen la aprobación para la reapertura de campamentos y hoteles en las comunidades circundantes, aunque los líderes de los condados de Mariposa, Mono, Tuolumne y Madera han escrito al gobernador Gavin Newsom pidiendo su aprobación.

Scott Gediman, portavoz de Yosemite, dijo: «Hemos estado haciendo todo lo posible para aumentar gradualmente el acceso al parque. Los empleados ya han vuelto al trabajo, todos están emocionados. Por supuesto, nuestra principal preocupación es la seguridad de nuestros visitantes y empleados, pero lo tenemos todo, desde señales físicas hasta una limpieza mejorada. Estamos tomando todas las precauciones posibles para prepararnos para ello”.

El viernes marcará el primer hito en la reapertura del parque, ya que los visitantes con reservas existentes para escalar Half Dome ya podrán ingresar. Sin embargo, ninguna de las instalaciones comerciales estará abierta en este momento.

Cuando el parque reabra, la capacidad de los visitantes probablemente se limitará al 50 por ciento para promover el distanciamiento social.

El plan redactado por los funcionarios del parque para la reapertura también incluye: reservas de los visitantes, fomentar el pago por adelantado en línea para limitar el contacto con el personal del parque y la suspensión del servicio de transporte en el valle de Yosemite. Sin embargo, estas medidas primero deberán ser aprobadas por los funcionarios de la salud pública.

Recordemos que durante la pandemia y ante la ausencia de turistas, los paisajes del parque han vuelto a su estado más natural y ha sido ocupado por sus residentes nativos: la vida silvestre.

Se pudieron observar a los ciervos deambular libremente por las carreteras sin miedo al tráfico, los coyotes paseando por las bicisendas abandonadas, y el sonido de las cascadas ya no se veía obstaculizado por ningún sonido humano.

Y aunque sabemos que el parque no permanecerá así para siempre, esperamos que esta pandemia nos sirva de lección y que en el futuro podamos convertirnos en verdaderos turistas responsables.

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