Se van a imponer nuevas y estrictas restricciones turísticas en Barcelona en un intento por reducir las molestias a los lugareños.
Desde sistemas unidireccionales hasta la prohibición de megáfonos, las autoridades de Barcelona han lanzado una serie de nuevos controles para reducir el comportamiento antisocial.
Los recorridos por el centro de la ciudad ahora estarán limitados a 30 personas, mientras que los recorridos de más de 15 ya no se permitirán en áreas más pequeñas.
Según The Sun, los guías turísticos ya no podrán usar megáfonos en la ciudad y, en cambio, deberán confiar en equipos de audio o hablar en voz baja.
Solo de tres a ocho personas serán bienvenidas en ciertas atracciones en el futuro y los recorridos solo deben realizarse dentro de las 24 calles permitidas.
El documento también señala que se ha pedido a los guías turísticos que solo se detengan en «lugares espaciosos» cuando den explicaciones y eviten «obstruir lugares concurridos».
También se les ha ‘instado’ a alentar a los turistas a comprar boletos antes de los recorridos en lugar de promocionar guías en las calles de Barcelona.
A principios de este mes, The Guardian publicó un artículo sobre la industria turística de Barcelona y citó a la residente Silvia Mateu, que ha vivido en la ciudad durante 47 años.
Hablando sobre la increíble cantidad de turistas que atrae su ciudad, Mateu dijo: «Barcelona está en venta, pero no para la gente que vive aquí».
Mateu dijo que quiere que Barcelona desarrolle un modelo de turismo que «priorice el civismo» y «ponga fin a que los visitantes despierten a la gente local toda la noche».
Explicó: “Lo que tenemos en Barcelona es turismo de bebidas alcohólicas. No van a los museos, no están aquí para aprender sobre nuestra cultura”.
Se produce una semana después de que una ciudad española anunciara que los turistas que hagan sus necesidades en el mar se enfrentarán a una fuerte multa.
Las autoridades de Vigo, una ciudad con sede en la región española de Galicia, han declarado que cualquier persona que sea sorprendida orinando «en el mar o en la playa» se enfrentará a una multa de 750 euros.
Según medios locales, el ayuntamiento ha catalogado el hecho de orinar en el mar como una ‘infracción leve’ y ‘una infracción de las normas higiénicas y sanitarias’.
Los funcionarios de la ciudad han dicho que planean instalar baños públicos en las playas durante la temporada alta, pero si alguien es sorprendido tomando un descanso para ir al baño en otro lugar, puede enfrentar una multa de hasta 750 euros.
Vigo también contempla multar a quienes utilicen jabón en el mar, dejen basura en la arena o lleven barbacoas o bombonas de gas a la playa.
