Cuando Jessie Char vio su asiento en su vuelo de Long Beach a San Francisco (Estados Unidos), ella pensó que había tendido mucha suerte, pero entonces las cosas tomaron un giro inesperado… y se convirtió en el peor!
My two favorite people to sit with on a plane pic.twitter.com/L3WqX4nfkJ
— Jessie Char (@jessiechar) July 19, 2017
«Estaba volando a casa, a San Francisco, y estaba tan emocionada cuando me di cuenta de que tenía toda la fila para mí. Incluso subí los apoyabrazos para poder recostarme en mi ‘lujoso asiento'», dijo Jessie en Twitter.
«Unos minutos después, oí uno de los apoyabrazos caerse. Miré hacia arriba, imaginando que la bisagra estaba suelta. En ese momento noté que un pie emergía, seguido por otro pie en el otro lado. Los dedos de los pies estaban en completo movimiento».
Today, I flew on the set of a nightmare. pic.twitter.com/PNI4KmQvTG
— Jessie Char (@jessiechar) July 19, 2017
Como si eso no fuera bastante malo, un poco más tarde Jessie vio que la misma persona abría y cerraba la ventana con el pie! Si hay una cosa que todos los viajeros deben saber, es que no se tocan las ventanas que no son las suyas… especialmente con los pies!
Así que su experiencia durante todo el vuelo fue una mezcla de asombro con un poco de asco. Creo que a todos nos pasaría lo mismo, ¿no?
