Facebook, Snapchat e Instagram no existirían sin todas las fotos que los usuarios subimos de nuestra vida cotidiana. Muchos deciden mostrar sus viajes y la buena vida. Pero, ¿qué pasaría si te quedas sin fotos ‘envidiables?
Eso se lo preguntó la empresa Fake A Vacation, un sitio web que te propone enviar fotos tuyas para que ellos se encarguen de ‘hacerte viajar’. Sí, sería fingir tus vacaciones en redes sociales.
El lema del sitio web dice: «Fake a vacation with pictures» – «Inventa tus vacaciones con fotos».
Algunos de los destinos incluyen Las Vegas, Hawai, las Cataratas del Niágara y ofrece experiencias personalizadas.
Por tan solo 20 dólares por un paquete de Las Vegas a la venta, los clientes pueden superponerse a fondos falsos en el Gran Cañón, Hawai y otros puntos de acceso.
«Lo simulan… a veces porque las vacaciones son demasiado caras, así que planean de esta manera o a veces lo hacen para envidiar a los demás», dice Tom Eda, responsable de marketing y soporte de Fake A Vacation, a New York Post. Y añadió que algunos clientes deciden falsificar sus fotos de vacaciones después de tener que cancelar sus viajes en el último minuto.
Eda explica que la necesidad de fotos falsas aumentó con el aumento de plataformas de medios sociales como Instagram y Facebook.
Puede parecer increíble, pero fingir vacaciones ya es una tendencia en las redes sociales. Un nuevo estudio realizado por Jet Cost encuestó a más de 4.000 adultos de Estados Unidos, y reveló que el 10% de los encuestados han publicado fotos de viajes falsas en sus cuentas de redes sociales.
En la misma encuesta realizada por Jet Cost, los investigadores encontraron que el 61% de ellos ha exagerado acerca de sus experiencias, ya sea sobre el clima, el alojamiento o el turismo.
Encuestas anteriores también apuntan a esta tendencia creciente.
Fingió que lo dejaron plantado en San Valentín para que le regalen la cena
Le salió bien: Stephen Bosner reservó una mesa para 2 personas en un restaurante en Arlington, Estados Unidos. Llegó vestido de traje, pidió una bebida y hasta fingió que le dejaba un mensaje de voz a su supuesta cita frente a los meseros: “Ya estoy aquí, avísame cuando estés en camino”, dijo el hombre.
Después de unas horas de espera, Stephen pidió su bistec. Pero justo cuando estaba por probarlo el hombre empezó a llorar mientras aparentaba estar desilusionado porque su cita no había aparecido. Continuar leyendo…
