Este es el árbol más remoto del mundo que fue capaz de aguantar una sequía, pero no a un conductor ebrio

Captura de pantalla 2023-01-27 094333
Redactora
4/5 - (4 votos)

El árbol del Teneré fue, durante la mayor parte del siglo XX, el árbol más aislado de la Tierra. Ubicado en las tierras yermas del desierto del Teneré en el nordeste de Níger, se trataba de una acacia que se mantenía en pie gracias a la cercanía de un pozo en medio del desierto. El resto de la especie de esa zona, fueron muriendo a medida que el clima de la región se volvía más cálido y más seco. La acacia era la última prueba de que el Sáhara fue una vez verde.

image michel mazeau arbre du tenere 1961 650x472 1

Ningún otro árbol crecía en 400 kilómetros a la redonda. Los casi 40 metros de profundidad que alcanzaban las raíces del árbol del Teneré fueron los que lo mantuvieron vivo: las raíces se estiraban 40 metros para llegar a alcanzar el agua del pozo, lo que le permitió ser el único superviviente verde del desierto. Así lo comprobaron en el año 1938 al cavar para comprobar la existencia del pozo.

Referencias al solitario árbol del Teneré hay desde años antes. En la década de 1930 apareció en mapas de campañas militares europeas como punto de referencia y hasta el etnólogo francés Henri Lhote lo citó en sus escritos.

Los tuareg que cruzaban el desierto en su ruta de caravanas y se encontraban con el árbol empezaron a considerarlo un objeto sagrado. Nunca permitieron que ningún camello se comiera sus hojas ni tampoco ellos cortaron ninguna de sus ramas para leña. El árbol del Teneré, además, se convirtió en punto de referencia y lugar de reuniones ceremoniales para pedirle fuerzas antes de cruzar el vasto mar de dunas del Teneré.

image gettyimages 1172936837 650x430 1

Sin embargo, fue en 1973 que llegó la tragedia. Un camionero presuntamente ebrio se llevó por delante la acacia. Los restos del árbol, apenas un par de ramas, descansan actualmente en un pabellón al aire libre en el Museo Nacional Boubou-Hama de Niamey, la capital de Níger; en su lugar, una escultura de metal solitaria conmemora la desaparición del árbol.

image gettyimages 539274900 650x973 1

Hoy, el testigo del árbol más remoto del mundo lo cogió un abeto solitario en la isla Campbell, en Nueva Zelanda, según atestigua el Libro Guinness de los Récords. Según un estudio publicado en 2017 en el New Zealand Journal of Ecology, se trata de un abeto Picea sitchensis, una pícea de Sitka. Se lo conoce como el árbol Ranfurly en homenaje al gobernador de Nueva Zelanda Lord Ranfurly, quien supuestamente lo plantó en 1901. Su compañero más cercano se encuentra a más de 222 kilómetros al norte, en las islas Auckland.

4/5 - (4 votos)

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *