Desde Europa se plantea la idea de que viajar en tren, en muy diversos casos, es un buen negocio comparado al viaje en avión; especialmente si se tienen en cuenta los gastos de equipaje o el costo de ir y volver del aeropuerto, entre otras medidas.
Pero desde la pandemia se puso en foco nuevamente el debate entre Aviones vs. Trenes. Un ejemplo de esto fue el paquete de rescate de Air France, por parte del gobierno francés, quienes exigieron que la aerolínea eliminará vuelos nacionales cuando existiera una opción ferroviaria que tardará menos de 2 horas y media en llegar.
La medida luego se convirtió en ley.
Otro caso fue en 2021, cuando la Comisión Europea designó “El año del Ferrocarril Europeo«, buscando difundir los viajes en tren entre el público más joven.
Actualmente, los líderes europeos están trabajando para reducir las barreras prácticas a los viajes transfronterizos en tren, mediante la incorporación de nuevos sistemas de intercambio de datos; sustitución de infraestructura obsoleta y construcción de nuevas rutas de alta velocidad.
Impulso de trenes nocturnos
El año pasado, la SNCF («Société nationale des chemins de fer français», es la empresa estatal francesa que se encarga de la operación de los ferrocarriles en ese país) relanzó los servicios nocturnos entre París y Niza a un precio notablemente más bajo que el que ofrece la aerolínea. También ofrece servicios durante la noche entre París y Toulouse, y entre París y Lourdes, en el sudoeste de Francia. Además, en julio y agosto circulará un tren nocturno a Hendaya, ciudad costera francesa cercana a la frontera española.
Por su parte, Ferrocarril Federal Suizo puso en marcha una nueva conexión nocturna entre Zúrich y Ámsterdam (con paradas en Basilea y Colonia) que se suma a los servicios que conectan durante la noche la mayor ciudad de Suiza con Berlín, Budapest en Hungría, Praga en la República Checa y Zagreb en Croacia, entre otros destinos.
Mientras tanto, el servicio Nightjet, ha ofrecido recientemente, un enlace nocturno entre Viena y París, con pasajes que van desde los 30 hasta los 200 euros, por un camarote privado de primera clase. Mientras que en la compañía Low Cost Transilvania, un vuelo entre semana en temporada baja, que cubre el mismo trayecto, cuesta 44 euros sin incluir gastos de equipaje.
Inconvenientes y nuevas medidas
Pero aunque los trenes nocturnos ofrecen nuevas conexiones a los viajeros, sólo transitan determinadas rutas. Quienes buscan conexiones entre ciudades que no están incluidas en esas redes, siguen enfrentándose a dificultades tanto en la reserva de pasajes, como en sus precios. Algunos viajes de larga distancia con múltiples paradas siguen siendo mucho más baratos en avión que en tren.
Un factor decisivo de ello, es que los gobiernos del bloque siguen concediendo subvenciones enormes a las compañías aéreas, tanto en forma de paquetes de rescate, como de impuestos bajos al combustible para aviones.
Herwig Schuster, defensor en materia de transporte de la campaña «Movilidad para Todos» de Greenpeace en la UE, sostuvo, que “desde la Unión Europea, se debería prohibir los vuelos para los que exista una alternativa en tren que dure menos de seis horas, en lugar de sólo dos o tres”. Esta medida eliminaría aproximadamente un tercio de las rutas de corta distancia más frecuentadas de Europa.
Sin dudas, el tren es una gran opción para ahorrarle dinero a quien viaja, afirma Mark Smith, director de The Man in Seat 61, un sitio web de viajes, quien además aconseja sacar los pasajes en tren de larga distancia, con uno a tres meses de antelación para evitar las subidas de precios de última hora. También recomienda sitios como Trainline y Rail Europe para hacer la reserva de viajes en ferrocarril por varios países de Europa.
