Una vez te contamos acerca de la hazaña del explorador Shackleton, quien sobrevivió 20 meses confinado en la Antártida luego de que su barco se hundiera en 1915, haciendo un paralelismo -si es que acaso eso tuviera punto de comparación- con el confinamiento al que nos enfrentábamos casi todos los seres humanos del mundo debido al Covid-19. Quizás puedas volver a esa historia para entender un poco sobre el hallazgo que hoy en día es noticia: encontraron restos del barco Endurance, tras más de un siglo de su mítico naufragio en la Antártida.
La embarcación fue encontrada en el mar de Weddell, una amplia porción del océano Atlántico Sur en la Antártida dentro del área también conocida como océano Antártico. Está situada a una profundidad de 3008 metros y a unos seis kilómetros del lugar preciso en el que se hundió.
Se trata del primer descubrimiento que se ha hecho sobre el navío: el mismo ha sido posible gracias a tecnología de última generación. La expedición de búsqueda en cuestión ha sido organizada por el Falklands Maritime Heritage Trust y zarpó de Sudáfrica el 5 de febrero: requirió de la logística y cooperación de unas 100 personas.
Haciendo un poco de historia sobre su triste desenlace, cabe destacar que el barco Endurance zarpó de Grytviken, en Georgia del Sur, el 5 de diciembre de 1914. Shackleton buscaba cruzar la Antártida en una travesía de 2900 kilómetros, desde el mar de Weddell al mar de Roos, pasando por el Polo Sur. Desafortunadamente, en enero de 1915, el navío fue atrapado en la banquisa de hielo en el mar de Weddell y permaneció bloqueado durante meses obligando a los participantes a confinarse en el lugar durante ese tiempo. Finalmente el hielo perforó parte de su base y se hundió luego de que los pasajeros hubieran evacuado el mismo.
“¿Qué significaría encontrar el Endurance? Esta es la mejor búsqueda de un naufragio que puedes emprender. Intentar localizarlo, no hay nada mejor que eso. Lo normal es que mi vida ya no sea tan emocionante después de eso”, indicaba Mensun Bond, responsable de la misión y uno de los exploradores que partía hacia la Antártida para hallar y localizar el barco.
Si bien han pasado poco más de 100 años ya, las fotos difundidas sobre el estado actual de la embarcación logradas gracias a drones, permiten ver el óptimo estado del barco, con su timón, barandilla y casco casi intacto, como si el tiempo no hubiese transcurrido y el deterioro bajo las heladas aguas de la Antártida no hubiera sido tal.
