Un hombre estadounidense tenía que realizar un vuelo desde Los Ángeles a Nueva York debido a una enfermedad de Crohn que le causaba un intenso dolor y ansiedad. Para que lo acompañara y lo ayudara en su viaje, decidió llevar a su gran amigo, un perro de servicio de 63 kilogramos de tamaño considerable, un gran danés. Con la asistencia del personal de la aerolínea, compró tres asientos en el avión para que su perro, llamado Darwin, pudiera viajar junto a él. Un video compartido en TikTok por el usuario @gibbon1215 mostró a Darwin cómodamente acomodado en los asientos, casi como un humano. Dado su tamaño, su dueño reservó dos asientos adicionales para él en el vuelo de American Airlines desde el aeropuerto internacional de Los Ángeles a la terminal La Guardia de Nueva York. Este peculiar viaje generó un gran revuelo en las redes sociales y sorprendió a los demás pasajeros en el avión.
Darwin es la figura central en el video. En un instante, curiosamente, asoma su cabeza para observar a los pasajeros que están delante de él. Su dueño comenta de manera humorística en la descripción: «¿Quién dijo que los gran daneses no son aptos para viajar en avión?» Además, agradece a American Airlines por facilitar su traslado a Brooklyn, haciendo que todo fuera muy sencillo. Como dato curioso, agrega: «Sí, reservé tres asientos en el avión para nosotros».
Debido a la enorme popularidad que alcanzó en la red social de videos, con millones de reproducciones, el pasajero optó por abordar las inquietudes expresadas por los usuarios en los comentarios. Algunos manifestaron su incredulidad ante la idea de que un gran danés pudiera ser un perro de servicio. El dueño explicó que él mismo sufre de la enfermedad de Crohn, una condición que, según Medline Plus, provoca inflamación en el tracto digestivo y surge cuando el sistema inmunológico del cuerpo ataca erróneamente y daña el tejido sano.
Debido a esta situación, el gran danés no puede separarse de su dueño y lo acompaña incluso al baño. En cuanto a cómo logró llevar a su perro en el avión, mencionó que tuvo que completar varios formularios proporcionados por el Departamento de Transporte y la compañía aérea. Luego, adquirió tres asientos con la asistencia de un agente. Resumiendo la experiencia, compartió: «Para las personas que se encontraban en el aeropuerto, fue un verdadero shock ver a un perro de semejante tamaño caminando hacia ellas».
Inicialmente, Darwin viajaba a los pies del asiento, pero los miembros de la tripulación decidieron que merecía un asiento propio y le permitieron sentarse como si fuera un pasajero humano. Este perro de apoyo tiene cinco años y ha hecho que la vida de Bogner sea más llevadera en su lucha contra la enfermedad. En una parte del video, se observa cómo el hombre graba a su fiel compañero, quien despierta de una siesta aparentemente tranquilo, como si estuviera completamente habituado a volar.
El pasajero compartió con sus seguidores: «La gente quedó completamente asombrada y sorprendida, pero todos estaban muy emocionados de verlo. Nunca antes había visto tantas sonrisas en un aeropuerto». Incluso recordó que la tripulación hizo bromas sobre cómo el perro obtendría un ascenso a primera clase mientras él no. Para garantizar que todo transcurriera sin problemas, se encargó de entrenar a Darwin en todas sus funciones, incluyendo acompañarlo al baño, ya que en un momento de su vida debía hacerlo hasta «40 veces al día».