Están ubicados en la Reserva Biológica de Huilo Huilo, a 800 kilómetros al sur de la ciudad de Santiago.
Un hongo gigante, un árbol ancestral de ramas envolventes o una montaña cubierta de musgo al más puro estilo «El señor de los Anillos»: son las formas de los tres hoteles mágicos del sur de Chile, que se caracterizan por unirse con la naturaleza y buscar que los turistas «habiten el bosque».
Rodeados por selva patagónica y ubicado en plena Reserva Biológica de Huilo Huilo, a 800 kilómetros al sur de Santiago, los tres establecimientos conforman un complejo único, que se ha convertido en uno de los mayores exponentes del turismo sostenible en la región.
Alexandra Petermann, la directora ejecutiva de la reserva, explicó que el área protegida fue creada hace dos décadas sobre los restos de una antigua explotación maderera y que, en vez de tomar la decisión de apostar por un turismo masivo, se decidió construir un conjunto de hoteles que contara con una «mística especial».
«Son hoteles atractivos para clientes que, sin ser extremadamente naturalistas, viene a ver la arquitectura y, al verla, se enamoran de la naturaleza y se conciencian de la importancia de la conservación», apuntó la directora.
Cómo son los hoteles
El primero de todos en inaugurarse fue el hotel conocido como «Montaña Mágica», en 2005, al que le siguió «Nothofagus» en 2007 y «Reino Fungi» en 2011.
Los tres están unidos por un sistema de pasarelas que evocan a las raíces de un árbol y conducen de manera práctica al turista de espacio en espacio sin apenas darse cuenta.
«La idea era transitar desde la montaña, desde algo más cavernario y arraigado al suelo, hasta vivir en el follaje de los árboles, que es la sensación que es la experiencia que se busca en las habitaciones de Nothofagus, o habitar un hongo», expuso el arquitecto del proyecto, Rodrigo Verdugo.
Para el diseño, Verdugo se inspiró en el universo creado por el autor del «El Señor de los Anillos», J.R.R. Tolkien. Sin embargo, también tomó ideas de «la geometría y las curvas imposibles» del español Antoni Gaudí, creador de la Sagrada Familia y el Parque Güell, en Barcelona.
«Me gusta definir el estilo como surrealista étnico. Surrealista por el diseño en sí mismo y étnico porque trata de representar el bosque de Huilo Huilo y se usaron materiales de aquí para su construcción, como el roble o el raulí», recalcó.
Con el pasar de los años, Huilo Huilo se ha convertido en un referente del turismo sostenible y su bosque ha pasado de tener 5.000 turistas anuales a más de 100.000.
En la reserva también se llevan a cabo proyectos de conservación, como el centro de reproducción de huemules, que es el primero de este tipo en el mundo y busca luchar contra la extinción de este ciervo emblemático de Los Andes.
Para la directora, lo más importante de la sustentabilidad es la «implicación de las comunidades aledañas», que en este caso tuvieron que migrar de la madera al sector servicios.
Muchos vecinos se convirtieron en artesanos, otros construyeron pequeñas opciones de hospedaje más económicas que los hoteles y otros apostaron por la agricultura.