En el mundo de los descubrimientos arqueológicos, un hallazgo reciente ha dejado perplejos a los científicos: un huevo que data de la época romana, encontrado en Inglaterra, conserva su contenido original, yema y clara, ¡después de 1700 años!
Aunque los huevos antiguos no son rarezas absolutas, este descubrimiento supera cualquier expectativa. Mientras que hallazgos similares han sido registrados en civilizaciones como la del antiguo Egipto, el estado de preservación de este huevo es excepcional. Descubierto en 2019, recién ha sido posible escanearlo, revelando que su contenido se ha mantenido intacto, sin filtraciones a través de la cáscara.
El huevo es una auténtica joya arqueológica, pero también es increíblemente frágil. Su cáscara delicada no puede ser tocada ni expuesta al aire, lo que lo convierte en un objeto de estudio extremadamente delicado.
Curiosamente, tres huevos más fueron encontrados en el mismo yacimiento, pero lamentablemente no llegaron intactos al museo. Al romperse, desprendieron un olor a azufre que marcó la memoria de los investigadores.
Este no es el único hallazgo relacionado con huevos antiguos en Inglaterra. Entre 2007 y 2016, se descubrió una colección completa de lo que se presume son huevos de gallina en un pozo inundado en Aylesbury, sureste de Inglaterra. Los investigadores sugieren que este sitio, datado en la época romana, podría haber sido utilizado como un pozo de los deseos, donde los huevos se ofrecían como tributos espirituales o religiosos.
El asombroso estado de preservación de este huevo romano no solo fascina a los científicos, sino que también abre ventanas a la comprensión de la vida y las creencias de antiguas civilizaciones, revelando un capítulo intrigante de la historia humana.
