Se trata de la ley de Max y Keira, una disposición que ha entrado en vigencia el 20 de mayo en Inglaterra y apunta a transformar por completo el sistema de donantes de órganos.
Y es que ahora, gracias a la campaña que ha impulsado el caso de un niño afectado por la necesidad de un trasplante, más personas en Inglaterra podrán salvar sus vidas gracias a la donación.
Tal como sucede en varios otros países, en Inglaterra antes las personas interesadas en donar órganos debían registrarse e inscribirse en el Registro de Donantes de Órganos del NHS. A partir de ahora, todos los adultos serán considerados donantes de órganos a menos que opten por no participar del sistema.
Un caso similar fue el que llevó a Argentina a modificar también su reglamentación sobre la donación de órganos. La Ley Justina, en honor a una niña que falleció a la espera de un trasplante de corazón, determina que todos los argentinos son donantes de órganos y que, en caso de estar en disconformidad, deberán realizar los trámites correspondientes para dejarlo establecido.
Volviendo a Inglaterra, esto sin dudas representa un gran avance para el sistema de salud local. Por lo general, el NHS realiza alrededor de 4.000 trasplantes al año, sin embargo, la Lista de trasplantes del Reino Unido actualmente cuenta con alrededor de 6,000 personas. Según cifras registradas en 2019, 400 personas murieron mientras esperaban un trasplante.
Los protagonistas de esta gran actualización han sido Max y Keira, con sus respectivas historias que involucraban la donación de órganos. En 2017, Keira, de nueve años, sufrió un terrible accidente automovilístico con su familia. Mientras que Keira, desafortunadamente, perdió la vida, su familia decidió que donarían sus órganos cuando se acercaran al hospital. La donación de Keira salvó cuatro vidas, y su corazón se dirigió a un niño llamado Max.
La familia de Max comenzó a hacer campaña por la nueva ley, que originalmente se llamaba la ley de Max. A pedido de Max, se agregó el nombre de Keira.
‘Max and Keira’s Law’ – How right that the little girl who gave Max her heart should be recognised, becoming a symbol of hope for people waiting for an organ transplant. Thank you, Keira – you will never be forgotten @NHSBT @CHUFOfficial @TheSCT @TheBHF @inspiredbyKeira pic.twitter.com/P00A5PoWSS
— Golden Heart Book (@BookHeart) May 20, 2020
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