El descubrimiento de esta nueva combinación de sabores se ha realizado en Nono, ubicada en el oeste de la provincia de Córdoba, Argentina. Allí, la rotisería de Miryam Díaz ha revolucionado el mundo de la gastronomía. Aunque… sobre gustos no hay nada escrito, ¿no? ????
¿De qué se trata? Luego de escuchar durante mucho tiempo el uso de una chicana futbolera que consiste en el empleo de la expresión «son un alfajor de pollo, porque no existen«, la dueña del emprendimiento cordobés se dispuso a crear y elaborar un alfajor de pollo para demostrar que, al contrario de lo que pensaban, sí puede ser real y existir.
Pero eso no es todo, además de elaborar un alfajor a base de pollo, creó sus versiones de cabrito y ternera, y según lo cual han indicado se han convertido en un verdadero éxito. Aunque hasta el momento desconocemos de personas que los hayan probado y puedan dar fe de ello.
Para lo que sea la producción de estos insólitos alfajores de pollo, Miryam confiesa que en su receta utiliza una masa muy suave, y que suma los ingredientes pertinentes de pechuga, pata y muslo, laurel, orégano y cebolla de verdeo.
Algunos medios de comunicación argentinos no han dudado en catalogarlo como una verdadera ‘revelación gastronómica 2020‘. Cada uno de ellos tiene un peso de 80 gramos, casi el doble de lo que fuera un alfajor común de dulce de leche. En cuanto al precio, es posible obtenerlo por un valor de 50 pesos (moneda argentina), y la docena está alrededor de $600 (pesos argentinos) y pueden ser conseguidos en la rotisería que se encuentra en la localidad de Nono, en Córdoba. Además, cuenta con un packaging que acompaña a la historia, ya que el envoltorio aclara que el alfajor de pollo «ahora existe y es cordobés».
Consultada por cuáles serán sus próximos desafíos, Miryam confesó que está pensando en la elaboración próxima de alfajores de cerdo a la mostaza con romero y con gusto de vitel toné. ¿Qué tul? Si estuvieran cerca de Córdoba, ¿los probarían?
Y atención veganos, porque para ustedes también hay una opción de alfajores elaborados con berenjenas, champignon y morrón.
Este ‘chef ilusionista’ crea postres dulces pero engaña a la vista simulando otras cosas
Un pastel inspirado en la esponja que cubre con detergente lista para fregar los platos, un dulce que simula una naranja podrida, o falsos cigarrillos en un cenicero comestible…
¿Podrías probarlo? De seguro el sabor que obtengas luego de llevarte la cuchara a la boca sea algo sumamente increíble. Aún así, a juzgar por la visual, parece bastante difícil creer en que se trata de platos apetecibles al paladar de los comensales.
Estos increíbles postres son realizados por Ben Churchill, un chef británico que bien podría describirse como un ‘ilusionista de la alimentación’ ya que decora sus platos de manera tal que el resultado final parezca algo que si fuera real no comerías ni borracho… ¿O sí? Continuar leyendo…
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