Quizás estemos ante la nueva «normalidad» del futuro: los eventos masivos, o al menos de gran número de asistentes, podrían llegar a realizarse solo en función del ingreso exclusivo de personas que hayan sido inoculadas contra el Covid-19. Ante este evento que tuvo lugar en Israel, más precisamente en Tel Aviv, los asistentes debían mostrar un “Pase verde”, como comprobante y permiso para poder acceder al lugar.
Dicho pase comprende un certificado validado por el gobierno que mostraba que habían recibido ambas dosis de la vacuna una semana antes del evento o bien que se habían recuperado del COVID-19. Los pases son válidos por seis meses a partir del momento de la vacunación completa.
El concierto al aire libre en Tel Aviv, que tuvo lugar el miércoles, fue uno de los primeros de un programa que tiene por objetivo reiniciar los eventos culturales al permitir la asistencia a las personas que han sido vacunadas o con inmunidad después de contraer la enfermedad.
De esta manera, Israel lanzó el esquema de pases el fin de semana cuando reabrió su economía para controlar la circulación de los residentes y prevenir la expansión del coronavirus. Casi la mitad de los israelíes han recibido la primera de las dos dosis necesarias.
En cuanto a la implementación y ejecución de los pases en el territorio, comercios y actividades como los gimnasios, piscinas, teatros y hoteles se encuentran hoy por hoy abiertos solo para titulares de pases. Una vez dentro, se aplican límites estrictos a los requisitos de ocupación y distanciamiento social.
Sin dudas, la gestión de Israel respecto a la utilización de estos pases resulta un gran ejemplo para la incorporación de medidas similares en otros países, donde buscan reabrir sus actividades mientras sus propias poblaciones se someten a una vacunación masiva.
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