Además de las restricciones de viaje que continúan vigentes respecto al ingreso de cualquier ciudadano extranjero al continente, Italia también va imponer una cuarentena de cinco días para todos los viajeros procedentes de la Unión Europea. Así lo anunció este martes el ministerio de Salud, en un intento por evitar el dramático impacto de una cuarta ola de coronavirus en la región.
En efecto, las autoridades sanitarias italianas han advertido que todos los viajeros provenientes de la UE deberán someterse a una prueba de Covid-19 antes de viajar. A su vez, al término de la cuarentena, también deberán de nuevo realizar otro test de diagnóstico.
Según ha informado la agencia de noticias Europa Press, el Ejecutivo Mario Draghi responde de esta forma a las críticas de quienes recriminaban que los viajeros comunitarios pudiesen entrar libremente al país mientras en Italia persisten las restricciones para moverse entre distintas regiones para prevenir contagios.
Asimismo, la iniciativa se ha decidido tras registrar un repunte en las reservas de vuelos para el extranjero por el temor a que ocurriera lo que el pasado verano, con miles de personas que viajaron, lo que provocó un aumento de contagios a la vuelta. Debido a este panorama, se ha decidido restringir sus contactos a su regreso a Italia.
Cabe destacar que, a la fecha, Italia es uno de los países que más ha sido afectado por las consecuencias del Covid-19: acumula ya más de 3,5 millones de casos y más de 108.000 personas han fallecido víctimas de esta enfermedad.
Desafortunadamente, el país ha sufrido en estas últimas semanas un repunte de los contagios, con datos diarios que han llegado a superar los 20.000 positivos. De hecho, desde este martes, 10 regiones italianas se encuentran en la llamada «zona roja», la de mayores restricciones, y así se encamina hacia los tres festivos de Semana Santa, 3, 4 y 5 de abril, cuando todo el país quedará confinado.
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