En un intento por torcer el curso de la curva de contagios en esta segunda ola del virus y tal como han decidido desde hace algunos días otros países de la región, el Gobierno italiano ha decidido confinar, a partir de este viernes 6 de noviembre, cuatro de las más importantes regiones del territorio y de las que, desafortunadamente, mayor impacto del coronavirus se ha registrado.
Se trata de Lombardía, Piamonte, Calabria y Valle de Aosta. Allí se ha decretado el confinamiento domiciliario y las autoridades han establecido niveles de restricciones que contemplan medidas parecidas a las que fueron tomadas durante los meses de marzo y abril.
De esta manera, según han indicado las autoridades, el mapa de Italia se dividirá a partir del viernes en tres colores, herramienta ya utilizada por otros países para demostrar la regulación de la gravedad de la situación. Así, los tonos rojo, el naranja y el amarillo (el verde se ha evitado para no dar señales de optimismo) marcarán el impacto de la pandemia y las restricciones que cada área deberá seguir.
En lo que respecta a las «zonas rojas», entre las que figurará Lombardía, las mismas quedarán aisladas, al prohibirse «toda entrada o salida» de personas hacia el interior o exterior de esos territorios «o partes de los mismos», como sea provincias o áreas metropolitanas.
También se cerrarán todas las actividades comerciales, excepto las de primera necesidad, como farmacias o supermercados. Los ciudadanos residentes de dichas zonas solo podrán abandonar sus hogares argumentando motivos por trabajo, salud o para dar paseos o hacer deporte de forma individual y al aire libre.
Para lo que sea regiones de color «naranja», los locales de restauración, que hasta ahora podían abrir hasta las 18.00 horas locales, también quedarán cerrados durante todo el día. Sin embargo, curiosamente, las peluquerías y establecimientos similares podrán abrir, aunque deben permanecer cerrados en los territorios con nivel extremo. Por otro lado, las clases telemáticas solo serán para los estudiantes de secundaria a partir de los trece años de edad.
Al mismo tiempo, extenderá el toque de queda a todo el país prohibiendo la apertura de museos, exposiciones y salas recreativas, además de teatros, cines, salas de concierto, gimnasios y piscinas en un horario que comprende desde las diez de la noche a las cinco de la madrugada.
En efecto, las zonas amarillas, donde estarán comprendidas por el momento algunas regiones, tendrán solo las limitaciones que se impondrán a escala nacional con el cierre de espacios dedicados al ocio y entretenimiento. A su vez, los centros comerciales permanecerán cerrados durante los fines de semana y la capacidad del transporte público se reducirá a la mitad.
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