Jerusalén: Quisieron intercambiar a una joven turista a cambio de 600 camellos

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La usuaria argentina @BernarditaPP recordó en un tweet, el insólito episodio que vivió hace 8 años, cuando se encontraba de visita en Israel, más precisamente la ciudad de Jerusalén, junto a sus padres. Como en la antigüedad, un puestero de la mencionada ciudad, intentó comprarla a cambio de 600 camellos vivos.

«Facebook me recuerda que hace 8 años estaba en Israel. 8 años desde que le ofrecieron a mi papá 600 camellos por mi persona en el mercado de Jerusalén», escribió en el tweet la joven. Cabe destacar que en aquel entonces, ella era menor de edad.

La joven contó su relato aclarando que «fue una situación turbia» porque el hombre del puesto la tomó del brazo y le gritaba a su madre en inglés «¡600 camellos! ¿Cuántos camellos quiere?». Finalmente, la joven se libró de la situación y se alejó rápido del lugar junto a sus padres. «No pasó a mayores, no se estresen», concluyó en otro posteo.

Su relato se viralizó inmediatamente, alcanzando casi los 85 mil likes en pocas horas. Asimismo el hilo de Twitter generó diversos comentarios, algunos internautas se lo tomaron con humor y analizaron los posibles beneficios si el negocio se hubiese concretado; otros analizaron la cultura y el humor que manejan en las zonas de Oriente Medio hacia los turistas; pero por sobre todo, se destacaron comentarios de otras mujeres que vivieron episodios incomodos en situaciones similares.

Jerusalén: Quisieron comprar a una joven turista a cambio de 600 camellos

“Me pasó en varios lugares de Marruecos. Un día incluso nos perdimos unas cuadras con amigas, nos ubicamos dsp y el guía del tour nos “retó” pq como íbamos a recorrer solas, q siempre si salíamos fuese con varones. Obvio q cada sociedad es un mundo, pero no deja de ser chocante”, contó @sofizamp_

Otro relato similar fue el de la usuaria @patogp: “A mí me paso en Marruecos, y pila de veces no es broma, se toman muy en serio esas ofertas. Mi viejo optó por pedirme que anduviera de manga larga y pantalón largo para evitar problemas, tremendo”.

Por su parte @soledmt manifestó: “Yerushalaim tiene su parte judía, su parte árabe y su parte cristiana. Llegaste a alguna zona árabe y claro que aturde como mujer experimentar ese “turismo” con el toque machista cosificador. Te desgarra”.

En muchos países de Oriente Medio, hasta hace algunos años, se compraban y vendían mujeres para formar matrimonios y favorecer así a ambas familias. Al comprar el hombre a su esposa, esta se convertía en un objeto, una mercancía y por ende, en su propiedad.
Asimismo, a pesar de que muchos afirman que solo son “bromas” que hacen las personas del lugar para caer bien y de este modo acercarse a los turistas para venderles algo; otros vinculan a una vieja costumbre muy lejana a Occidente que debería erradicarse.

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