«Incluyendo contenido interactivo no solo creamos una experiencia cool para el lector, sino que también les proveemos de cosas nuevas, ya que el contenido siempre se puede actualizar» precisan desde Kiss & Fly, el primer libro de mesa de café de viaje con realidad aumentada curado por la editorial Studio 96.
Con el trabajo del dúo de fotógrafos Lauren y Annael Tolila, este título destaca las escapadas más codiciadas en nueve países diferentes. Firmado por frentes oceánicos de zafiro, arquitectura reflexiva y bodegones íntimos y evocadores por destinos como Francia, Brasil, Islandia, México, Italia, Jordania, Grecia, India e Israel. Así, Kiss & Fly lleva a los lectores en un viaje alrededor del mundo.
El libro, recientemente publicado y con fotografías y vídeos del dúo Via Tolila, cuenta con imágenes bucólicas e idílicas, como las tomadas a la hora del aperitivo en el Grand Hotel Tremezzo, con vistas al lago Como. Otra de las imágenes favoritas de Abitbul es la del Palacio Taj Lake, en Udaipur, una composición de flores rosas que contrastan y dan calidez a las tonalidades azul y blancas del escenario. ¿Cómo juega la experiencia de realidad virtual en la comprensión de este libro? Según explican, «cuando das play al vídeo en la app escuchas el sonido de la flauta, que suena mientras se prepara una ceremonia tradicional. Te transporta directamente al lugar«.
¿Cómo surgió el libro de realidad virtual Kiss & Fly? En diciembre de 2020 Studio 96 creó una comunidad de fotógrafos con los que querían colaborar, llegando a descubrir a Lauren y Annael, de Via Tolila: «Nos encanta su trabajo, sus colores, composición y la habilidad que tienen para capturar con mucho gusto una vida aspiracional. Cuando decidimos hacer nuestro propio libro, queríamos algo que sacase a relucir el factor wow de nuestra tecnología Live Images –la piedra angular de Kiss & Fly, es decir, fotografías impresas que se escanean con un smartphone o tablet, redirigiendo la experiencia a un contenido en línea que hace que se ‘muevan’ –, y Lauren y Annael tenían mucho material que podíamos usar, complementándolo con bellos vídeos que daban vida a sus fotos, así que pensamos que ellas tenían la combinación perfecta» confiesan en diálogo con Traveler.es.
En una primera instancia pensaron en poner códigos QR a los libros para hacerlos interactivos. Después de conversar con investigadores en China, Hong Kong, Israel, Brasil, Croacia y hasta Silicon Valley, llegó a la conclusión de que tenía que crear su propia teconología que reconociese las imágenes de los libros y las vinculara a algo. «O que les añadiera algo, de la misma forma que Instagram reconoce tu cara y añade un filtro cuando te tomas un selfie«.
Este libro de tapa dura y unas 252 páginas de contenido ya está a la venta online.
