Descubierta en las orillas de un río escocés, la cámara GoPro revela una historia fascinante que estuvo perdida durante cinco años
¿Has oído hablar de las cápsulas temporales? Una sorprendente historia se desvela cuando una cámara GoPro, perdida en un río escocés, brinda a su descubridor una ventana al pasado.
Resulta que la GoPro, encontrada enterrada en la arena, capturó varios minutos desde el momento en que se perdió hasta su último aliento de batería. Las imágenes documentadas por la cámara son verdaderamente peculiares.
El descubrimiento de esta GoPro enterrada en la arena fue un verdadero acontecimiento sorprendente, casi tan asombroso como el hecho de que la cámara aún estuviera en funcionamiento después de más de cinco años extraviada.
Luke Batchelor fue quien se encontró con esta GoPro mientras realizaba una caminata a lo largo de las orillas del río Tweed, que desemboca en el mar del Norte.
Posteriormente, Luke se llevó una grata sorpresa al comprobar que la cámara seguía funcionando perfectamente, incluso la memoria se encontraba en óptimas condiciones.
En ese instante, Luke Batchelor hizo lo que cualquier persona haría en su lugar: explorar el contenido almacenado en la GoPro.
Las imágenes recuperadas desvelan en detalle cómo ocurrió la pérdida de la cámara. En el video capturado, se puede apreciar que el dispositivo pertenecía a un surfista.
Mientras el deportista se sumerge en el mar, la cámara se desliza de su mano y cae al agua. En ese instante, la GoPro comienza a girar y graba mientras es arrastrada por la corriente.
Por alguna razón misteriosa, la cámara es llevada por el río en dirección opuesta durante más de un kilómetro. Fue en ese lugar donde Luke Batchelor la encontró.