Aunque su nombre científico es Ceiba Speciosa, todos lo conocen como palo borracho porque también se asemeja a una botella. En la Ciudad de Buenos Aires hay 5.000 ejemplares que, en estos días, florecieron y le aportan una explosión de color rosa a Buenos Aires.
Si bien pueden verse algunos en las veredas, el hábitat principal del palo borracho son los parques y plazas debido a su gran tamaño y desarrollo.
Este árbol, que llega a medir hasta 20 metros, tiene el tronco y las ramas de color verde por su alto contenido de clorofila. Con el tiempo se le van formando vetas de color castaño grisáceo. Y le aparecen aguijones cónicos.
En el hemisferio sur, florece entre enero y mayo. Las copas se cubren de flores de cinco pétalos, cada uno de los cuales mide unos 10 centímetros de largo y tiene bordes levemente ondulados. En su mayoría son de color rosa, pero las flores también pueden ser blancas o amarillas. Su néctar atrae colibríes y mariposas monarca, que las polinizan y sus pétalos sirven de alimento para las cotorras.
La idea fue del paisajista Carlos Thays, que fue Director de Paseos de la Ciudad durante 30 años. Plantó mayormente cinco especies: lapachos (dan flores rosas, en septiembre), ceibos (rojas, en octubre), jacarandás (lilas, en noviembre), tipas (amarillas, en diciembre) y palo borracho (hay varias especies, que florecen entre enero y mayo).
Dónde encontrarlos
Si bien hay ejemplares del palo borracho en la mayoría de los barrios de la Ciudad, su presencia se destaca en los siguientes espacios:
- Plaza San Martín: Maipú 1210
- Parque Las Heras: Av. Coronel Díaz 2444
- Plaza Roberto Arlt: Esmeralda 26
- Jardín Botánico: Las Heras 3902
- Parque Indoamericano: entre las avenidas Lacarra, Escalada, Castañares y Fernández de la Cruz.
- Parque Avellaneda: entre las avenidas Directorio, Lacarra, Monte – Autopista Perito Moreno (Au 6) – Dr. Ameghino.
- Parque Centenario: entre las avenidas Díaz Vélez, Leopoldo Marechal y Patricias Argentinas.
- Plaza Sicilia: entre las avenidas Del Libertador, Sarmiento, Berro, Adolfo y Casares.
- Corredor 9 de Julio: en toda su extensión de la avenida.
El palo borracho es originario de los bosques tropicales y subtropicales de Sudamérica y su distribución natural incluye zonas del sur de Brasil, del este y sudeste de Paraguay, y del noroeste de la Argentina.
Los aborígenes de la zona del río Pilcomayo lo llaman «mujer» o «madre pegada a la tierra», porque tiene una forma femenina que, con los años, refleja las distintas etapas de la vida: la juventud, la plenitud y la vejez.