La increíble vida que llevan los Sadhus (los santos de la India)

34371368364_f156b560b4_b
Redactor
5/5 - (1 voto)

La India, me cambió la visión del mundo, fue un antes y un después, Brasil también lo fue. Pero el viaje por India me presentó algo más que la falta de prejuicios de su gente. La práctica de una lógica muy contrastada con nuestro mercantil materialismo me desarmó las certezas que gestionaba mi cerebro, que yo daba por normales. La mayoría de los occidentales somos personas con hábitos muy diferentes a los indus. Estamos atados a una infinita cadena de deseos, faltos de tiempo, llenos de un sinfín de obligaciones por minuto, cargamos con verdades absolutas de mentiras obscenas, mostramos lo que queremos ser y escondemos lo que somos. Todo esto resulta en una imagen hipócrita, construida y avalada por un entorno confuso y distorsionado, al cual defendemos, consensuamos y con ese desorden mental social, avanzamos. Si bien esa esencia enmarañada y caótica es un poco la realidad del mundo entero, hay una parte de la idiosincrasia Hindú que vale despegar del resto.

Amanecer en Lumbini - Frontera entre India y Nepal
Amanecer en Lumbini – Frontera entre India y Nepal

La síntesis de la cultura milenaria en el subcontinente asiático hindú, donde viven más de mil millones de personas, la condensan los Sadhus y su modesto existir. Ellos son parte de la sociedad en la que viven, son respetados, admirados y hasta temidos. Es imposible verlos pasar y no replantearse la vida entera ante el estado de gracia que irradian. Difícil se me hace tratar de ser imparcial y describirlos con la menor subjetividad posible pero voy a tratar, porque de eso se trata esta nota, pasarte los datos, no mi experiencia, para que a través de las fotos los conozcas físicamente y le sumes la información que también te paso en palabras.

En ese viaje místico de cuatro meses que hice por allá, compartí charlas, alguno me invitó a fumar su chillum, con otros solo crucé miradas que con expresiones contemplativas y serenas, decían a gritos, que la paz está dentro de uno. Fueron encuentros casuales de completo aprendizaje de mi parte y son sin dudas maestros de la renuncia. No es difícil cruzártelos si viajás por allá, hay entre 4 ó 5 millones de Sadhus dando vueltas en la actualidad por todo el país.

Indues toman baño en el Ganges al amanecer
Indues toman baño en el Ganges al amanecer

En distintas culturas existen individuos que niegan los compromisos, abandonan las obligaciones comunes de una sociedad y se dedican al ascetismo como estilo de vida. El asceta es el individuo que enfoca su vida en purificar el espíritu por medio de la abstención de los placeres materiales. Prioriza su interpretación de las necesidades del espíritu sobre las exigencias del cuerpo. Poseen una escala de valores basada en la austeridad y penitencia, enfocados en la iluminación e inhiben a través de su intento inflexible las ataduras terrenales.

Sadhu en Varanasi
Sadhu en Varanasi

El camino del sadhu es un desafío al cual algunos renuncian, o solo lo experimentan temporalmente. Muchas veces, los padres entregan a su hijo a un gurú para que lo eduque en esta creencia desde pibe, otros lo eligen en cualquier momento de su vida adulta. Cortan todo vínculo familiar y abandonan aquello que los unía al pasado y comienzan con un año de educación donde el gurú actúa de guía, en un viaje nómada que nunca terminarán, sostienen que el movimiento permanente ayuda a activar la actitud pasiva y alerta de una vida consciente. También hay Sadhus sedentarios que residen en diferentes templos, cavernas, montañas y bosques, a lo largo y ancho de todo el territorio de la India, donde meditan y buscan la iluminación. Una vez que hacen su conversión y se comprometen con los votos de castidad y pobreza, como ritual queman sus pertenencias, entre ellas… sus documentos, para lo cual el estado Hindú, reconoce la muerte legal del individuo. A partir de entonces pasa a ser una especie de muerto vivo, jurídicamente.

Sadhu con un compañero que lo seguía
Sadhu con un compañero que lo seguía

Los Sadhus, se dividen en dos líneas que los agrupan Shaivite sadhus, seguidores de Shiva y Vaishnavas sadhus, devotos de Vishnu a la vez cada línea se divide en ramas… Signos que al fin y al cabo evidencia una condensación de creencias que los une o separa. Dependiendo de la secta a la que pertenezca, cada Sadhu se pinta el rostro o el cuerpo, con líneas y marcas de  diferentes colores. Algunos llevar un tridente metálico y usar rosarios, o llevan su pelo y barba siempre enredados y sin cortar desde que son iniciados. Hábitos que los referencian a su linaje e identifican con su corriente filosófica.

Sadhu en Nueva Delhi
Sadhu en Nueva Delhi con cenizas en el rostro.

Son altos fumadores de hachís, que aspiran con una pipa llamada chillum, el consumo de hachís mezclado con tabaco es parte de su fe y según ellos es para conectar con dios, incrementar la habilidad de concentración, fortalecer la propia energía para la meditación y austeridad, reducir el deseo sexual y ayudar a pasar la juventud direccionando los pensamientos hacia la consciencia superior. En la India tradicionalmente el alcohol es la peor de las adicciones y en algunos estados está prohibido. Y si bien son vegetarianos, una rama de Sadhus, los Aghori, seguidores de Shiva, son necro-canibales, es decir,  digieren la carne de personas muertas. Sostienen que un cadáver no es más que materia natural que carece de la fuerza vital. Con el consumo de carne humana, prueban que nada es profano ni está separado de dios y que la materia muerta simplemente pasa de un estado a otro. Este hecho ha propiciado que sean excluidos del seno del Hinduismo, sin embargo, son reverenciados en las zonas rurales, ya que se cree que pueden curar enfermedades gracias a sus intensas prácticas religiosas. Van desnudos por la vida, rebozados por cenizas de cremaciones o de excrementos de vacas. Aquellos que pertenecen a otras ramas, visten. Usan túnicas de varios colores que van desde el blanco para los renunciantes, el azafrán que representa la castidad, amarillo o el rojo que usado por aquellos practicantes tántricos.

Indú tomando baño en el rio Ganges en Varanasi
Indú tomando baño en el rio Ganges en Varanasi

La energía vital que le otorgan los alimentos, está supeditada a la caridad de los otros, no trabajan para ganarse el sustento. Se dedican exclusivamente a la meditación, son grandes maestros de yoga, práctica que no habandonan en toda su vida, día tras día. Sus únicos bienes son: un cántaro, un cuenco para limosnas y, quizás, una tela adicional.
¿Te imaginas una vida así?
Nos vemos en el próximo artículo.

Alejandro Avampini

5/5 - (1 voto)

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *