En el tiempo que con Cecilia vivimos en la Riviera Maya, tuvimos que actualizar varias veces la visa de permanencia, trámite que nos obligó a salir y volver a entrar a México, era la única forma que el permiso de estadía se extendiera un poco más. Belice era la opción más cercana, así que cruzamos su frontera un par de veces y gracias a ese inconveniente, visitamos un país con características propias muy marcadas.
Entramos por la frontera norte y su primera ciudad es Corozal, un pueblito sin muchas pretensiones, muy humilde, y para compartir la primera experiencia, que marca una impresión fuerte, te cuento que el taxista que nos llevó desde la frontera al pueblo, distante 12 km, tuvo que cargar nafta, porque andaba con lo justo y no fue a una estación de servicio, sino que se metió por calles de tierra y barro, hasta un ranchito, allí salió un hombre que le cargó unos litros desde un bidón.
Belice, aparte de quedar al sur de la Riviera Maya de México, limita al oeste y al sur con Guatemala. Este pequeño país es el único de América Central en tener el inglés como idioma oficial, a pesar que solo el 60% de su población lo habla, el resto habla español, creole y maya. Su historia es, como tantas otras, una lucha entre pueblos poderosos, atraídos por las riquezas regionales. La presencia del Imperio Maya data de unos 3.000 años de antigüedad, hay centros arqueológicos que lo constatan como Caracol, sede del mayor de los estados de la región, hasta la llegada del hombre blanco. Después, de un periodo de dominación española, imperio que mucha bola no le prestó al área por no tener oro, le dejaron a los inglés poco a poco enarbolar su bandera imperial, atraídos por otros recursos naturales.
La producción de madera del árbol de caoba fue el principal atractivo apetecible para la voracidad industrial, por poseer una madera de color rojizo fue muy apreciada en Europa para la fabricación de muebles de gran calidad. Tras abolir la esclavitud y ofrecerle derechos indispensables y trabajo, los habitantes, vieron durante un siglo en la industria maderera un futuro sostenido de prosperidad, sin mayores ambiciones, estaban adormecidos en una vida mejor que la de sus ancestros.
Pero después de la crisis mundial de 1930, la caoba dejó de importarle a los ingleses y creó un periodo largo de falta de trabajo insostenible. La lectura de la nueva realidad, provocó la concientización de los locales que vieron una existencia oscura si no cuidaban de ellos, de su tierra y sus recursos, tras tanto abandono por parte de los patrones ingleses. Poco a poco, después de muchos levantamientos, fueron ganando derechos, hasta que lograron su independencia total en 1981. Anteriormente era conocida como la Honduras Británica.
La naturaleza de Belice es abrumadora. En su parte continental, la mitad del territorio está cubierta por una selva compacta y el ochenta por ciento de su selva tropical permanece bajo la protección del gobierno, en las que resguardan, según wikipedia, 121 especies de mamíferos, 504 especies de aves, 107 especies de reptiles y 26 especies de anfibios.
Los cayos, islas que están entre tierra firme y el arrecife, son un mundo aparte, están prácticamente reservados para el turismo internacional que viene a disfrutar sus vacaciones en un paraíso realmente codiciado por los amantes del buceo, las playas y la tranquilidad. Algunos localizados a solamente 20 minutos de la costa continental, otros están más alejados y gozan de más exclusividad, por la dificultad de acceso y el tiempo que cada turista dispone para su viaje.
Ambergris es el cayo más grande del país a 58 km al noreste de la ciudad de Belice es un área protegida por su extrema importancia a nivel mundial al pertenecer a un ecosistema tan frágil frente al cambio climático. En 1996 fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. El motivo principal es estar a 500 metros de la barrera de coral mesoamericana, que después de la australiana es la mayor del mundo, la biodiversidad de este ecosistema sorprende. Pude bucear en esta barrera de coral y es extraordinaria la cantidad y variedad de peces y de vida marina en general, es el hábitat de más de 65 especies de corales pétreos, 350 especies de moluscos y más de 500 especies de peces.
El arrecife de coral, es uno de los ecosistemas mas diversos y complejos del mundo porque albergan el 25 % del total de las especies marinas conocidas y su diversidad biológica supera la de cualquier ecosistema terrestre, incluyendo los bosques lluviosos ecuatoriales. Es considerado un reservorio genético, en él nacen muchas especies que al crecer se internan mar adentro, esto quiere decir que, es una maternidad oceánica y posee una fragilidad extrema mas todavía por ser de lento crecimiento. El aumento de las temperaturas globales le están haciendo mucho daño.
La ciudad más importante de Ambergris es San Pedro, está transitada en su mayoría por vehículos eléctricos, como los carritos de golf, una curiosidad que comparten la mayoría de las islas chicas que conocimos, también en México, porque tienen suficiente autonomía para desplazarse, en distancias cortas con un nivel parejo y sin depender de una gasolinera, que por lo que vimos escasean en el país, a la vez que favorece y promueve el uso de energías más limpias.
La noche también tiene una movida para el ritmo que más te guste, bares, restaurantes, lugares con mucho ambiente donde bailar con música en vivo y tragos exóticos. La playa y su tranquilidad es prodigiosa para disfrutar a oscuras. Al estar dentro del arrecife y alejada del abismo que genera la barrera de coral, las aguas que mojan sus playas blancas, son muy tranquilas.
En San Pedro se concentra la mayoría de los 15.000 habitantes de la isla y desde acá salen las más diversas excursiones. El pueblo en sí es muy calmo y la gente muy amable. Los chicos juegan en las calles sin problema, hasta cualquier hora. Los residentes amigables han hecho del Cayo Ambergris el destino turístico más popular de Belice. Desde el pequeño aeropuerto de la isla, es posible hacer conexiones también a otras ciudades importantes de México y Guatemala.
Entre las excursiones que puedes hacer te recomiendo un combo 2×1 en la misma navegación verás manatíes y caballitos de mar, ambas especies en grave peligro de extinción. Manatíes quedan en esta región alrededor de mil y ese número es muy poco para la supervivencia de la especie. De hecho se calcula que va derechito a la extinción en algunas décadas, a pesar de no tener predador natural, las hélices de las lanchas y los topetazos con los jet skis, los están diezmando. Por eso los paseos instructivos y este artículo que estás leyendo, intentan concientizar a la humanidad sobre el cuidado y el respeto que se merece el medio ambiente que queda.
Otra oferta interesante es la salida en barco para ver la puesta del sol entre los cayos y seguir a la noche con una cena a bordo, cerca de los mangles. Una experiencia inolvidable en un ambiente de total relax que te permite poder contemplar la fauna nocturna a la luz de la luna o de las estrellas, rodeado de una naturaleza bendecida, sin lugar a dudas.
Y para el final dejé la frutilla del postre, un lugar muy especial en Belice. El Gran Agujero Azul conocido mundialmente por su nombre en inglés Blue Hole, un atolón que en imágenes parece hecho por un pintor surrealista, lugar soñado por aventureros de todas índoles, pero sobre todo para los amantes del buceo. Es un arrecife coralino de forma circular y con una laguna interior que comunica con el mar a través de 2 pasos estrechos. Se cree que es único en el mundo por sus características particulares. Mide 300 metros diámetro y 123 metros de profundidad y también forma parte del Sistema de Reservas de la Barrera del Arrecife de Belice, Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO. En 1971, Jacques-Yves Cousteau, célebre productor de los primeros documentales submarinos, vino con su buque Calypso, para trazar sus profundidades y declaró este lugar como uno de los diez mejores sitios de buceo en el mundo.