Alchemy está transformando el futuro de la marihuana con la inauguración del primer dispensario de cannabis en Canadá que se volverá una experiencia altamente interactiva en el corazón del centro de Toronto. Diseñada por Paolo Ferrari, la innovadora tienda insignia de Alchemy rechaza los clichés de la marihuana para ofrecer una experiencia cerebral impregnada de arte, naturaleza y tecnología.
La estética se basa directamente en la identidad de marca, que celebra la tensión que existe en el mundo de la marihuana. Específicamente, el hecho de que crece naturalmente en la tierra, pero también se beneficia del mundo de la ciencia y el arte para desarrollar productos de alta calidad. Similar a esta transformación alquímica, la tienda combina ingenio de alta tecnología con materiales naturales para crear un espacio refinado que parece una boutique de moda.
«Para nosotros, la tienda es algo entre un laboratorio y un templo», dijo Ferrari. “Es un ambiente sereno con puntos enérgicos. También se trata de escapismo y experimentar algo en un plano diferente «.
El viaje multisensorial comienza en el área de entrada, donde los clientes hacen cola alrededor de una exuberante instalación de planta que parece una muestra en un laboratorio. Pequeños visores digitales están incrustados en las paredes circundantes, mostrando imágenes caleidoscópicas y actuando como puntos de descubrimiento voyeristas para que los huéspedes exploren mientras esperan.
Una vez dentro del espacio principal de la tienda, los tonos cálidos y fríos se mezclan para calmar los sentidos para una experiencia serena. La geometría suave y fuerte conviven en toda la tienda. Una gran mesa escultórica y un piso de color off-white contrastan fuertemente con un techo de aluminio en forma de cuadrícula. Las paredes de colores neutros aparecen junto a las coloridas superficies de resina ecológica que hacen referencia al embalaje de la marca Alchemy.
Hay elementos clave de ingenio tecnológico en la tienda, como frascos inteligentes que brindan descripciones digitales en una pantalla pequeña cuando los clientes interactúan con ellos. Además, los clientes pueden completar su compra a través de una caja de autopago diseñada en papel de aluminio sólido y equipada con ruedas personalizadas que le permiten deslizarse por la tienda a lo largo de un riel de aluminio en el piso.
Cuando los clientes ingresan a la sala de accesorios, están rodeados de estética cinematográfica. Este espacio resplandeciente tiene techos de acero inoxidable con espejos, paredes onduladas hechas de resina naranja vívida ecológica y productos que se exhiben en un solo estante retroiluminado, como si estuvieran en un museo. Todos los accesorios pueden ser tocados por los clientes, sin cerradura ni llave a la vista.
Para finalizar la aventura futurista, los clientes salen por un área con ladrillos de terracota natural, paredes de aluminio, pisos de mosaico y un techo bien iluminado que evocan un mundo totalmente diferente al de la sala de accesorios. Aquí, grandes pantallas colgantes muestran arte digital y los clientes pueden ver sus pedidos siendo ensamblados por el personal de la tienda a través de una pequeña ventana de aluminio.
Las mejores tiendas celebran la experiencia humana y cuentan con entornos altamente multisensoriales ”, dijo Paolo Ferrari. «Si una marca logra el privilegio de que un consumidor salga de su página web y entre en su tienda física, es mejor que esta tienda física sea sorprendente».
