La Ruta de la Yerba Mate en el Litoral argentino se presenta como un itinerario cultural, productivo y gastronómico único en el mundo, que permite aventurarse entre campos de tierra roja y vegetación abundante, maravillas naturales y Patrimonios de la Humanidad. Si quieres conocer más acerca de cómo es la Ruta de la Yerba Mate, continua leyendo esta nota!
Extendida entre Yapeyú e Iguazú, la Ruta de la Yerba Mate hace posible descubrir la riqueza de distintas actividades: gastronomía, producción agroindustrial, actividades rurales y entretenimientos relacionados con la naturaleza.
La Ruta de la Yerba Mate es la principal ruta alimentaria y cultural del MERCOSUR, y atraviesa el norte de la provincia de Corrientes y la totalidad del territorio de Misiones. Organizada en circuitos, cada viajero puede tomarse el tiempo que necesite para recorrerla a su manera. Además, conecta con los atractivos turísticos de la zona, entre ellos las Cataratas del Iguazú, los saltos del Moconá y las Misiones Jesuítico-Guaraníes en Misiones), así como con los Esteros del Iberá en Corrientes.
Cabe destacar que el mate es uno de los principales íconos de carácter histórico, cultural, productivo, turístico y gastronómico de Argentina. Se trata de una infusión a base de yerba mate, un árbol nativo de la selva subtropical de América del Sur, este hoy arraigado hábito de nuestra sociedad, se remonta a los pueblos originarios guaraníes.
Curiosamente, la «infusión nacional», supera de lejos a otras bebidas en la Argentina: se consumen unos 100 litros anuales per cápita de yerba mate, contra 50 de gaseosa, 34 de cerveza, 30 de vino y 18 de agua mineral. En otra comparación sobresale un consumo de 7 kg de yerba mate por persona por año contra 0,9 kg de café y 0,16 kg de té.
Así, la Ruta de la Yerba Mate conduce a los viajeros a recorrer establecimientos artesanales, ecológicos e industriales, en los que se puede conocer el proceso completo de producción, desde las extensas plantaciones pasando por la cosecha, el secado, la molienda y el envasado del producto final, inmerso en un paisaje único: el campo correntino y la selva Misionera.
El visitante puede realizar degustaciones de distintas variedades de mates: desde tradicional, orgánico, o solo de hoja, y descubrir sus propiedades energizantes y aprender todos los aspectos de la “ceremonia del mate”, que es parte importante de la cotidianeidad de los argentinos.
El mate se toma de distintas maneras: la más clásica es amargo y caliente, pero hay quienes lo prefieren dulce, saborizado con cascaritas de naranja o hierbas y en el Litoral, donde el calor en verano es muy intenso, se lo toma frío (esta versión del mate es conocida como “tereré”).