“Lujo a través de la simpleza, la exploración inmersa en la naturaleza y el disfrute de un lugar remoto”, así es como se define a sí mismo La Posta de Los Toldos, un refugio patagónico imperdible para quienes buscan espacios más reservados a los altamente concurridos y explorar de una forma 100 % única el entorno en el que se encuentran.
Este lugar comprende una oportunidad única para conectar con la naturaleza de la Estepa patagónica. Por empezar, es el único hospedaje en el interior del Parque Patagonia, por lo que se trata de una alternativa especialmente pensada para quienes quieran explorar lo salvaje de la zona y conocer tanto de día como de noche los secretos de tierras a las que el hombre interviene poco y nada.
Refugios en la Patagonia: ¿Por qué conocer La Posta de los Toldos?
1) Descubrir el encanto sureño
Ubicado en Parque Patagonia Argentina, al noroeste de la provincia de Santa Cruz se encuentra el refugio «La Posta de Los Toldos», una propuesta de turismo de naturaleza cerca del emblemático Cañadón Pinturas y la Cuevas de las Manos; un refugio de montaña ideal para descansar entre las diferentes aventuras que propone esta experiencia.
¿Cómo llegar a La Posta de Los Toldos? Desde Perito Moreno, debes manejar hacia el sur sobre la Ruta Nacional 40 unos 54 km hasta el ingreso al Portal Cañadón Pinturas. Desde el ingreso del Portal son unos 4 km de ripio en buen estado hasta llegar al Refugio.
2) Modelo de hospedaje
La Posta de Los Toldos cuenta con nueve habitaciones con baño privado, las mismas están clasificadas en categoría superior y estándar. En cuanto al hospedaje, se ofrece en modalidades Full Board (alojamiento con pensión completa y menú de experiencias programadas) y Bed & Breakfast.
También hay espacios comunes acogedores, como una especie de reparo al aire libre antes de ingresar al complejo, el comedor y un pseudo living con sillones al costado son lo primero que cualquier visitante encuentra una vez dentro del lugar, y un espacio al mejor estilo cowork con mapas y libros inspiradores.
Recientemente, La Posta de Los Toldos ha puesto en marcha un Área de acampe y motorhome, con comodidades especialmente pensadas para viajeros en campers o con carpas. Allí contarán con espacios alistados para hacer fuego, armar una carpa o estacionar una casa sobre ruedas, además de un espacio común con baños, duchas, estufa y mesas.
En cualquiera de las opciones elegidas, que no te sorprenda amanecer con ejemplares de fauna nativa dando vueltas por el jardín de La Posta. Por cierto, es un espectáculo muy lindo para disfrutarlo como lo que es: un auténtico contacto inmerso con la naturaleza.
3) REWILDING ARGENTINA: La integración con el espacio que habitan
La Posta es también un centro de actividades de turismo de naturaleza y para eso cuentan con previstas exploraciones tan diversas como los paisajes que pueden descubrirse en los alrededores del Parque: guiadas, senderismo, interpretación de astros y avistamiento e interpretación de la fauna silvestre son algunas de ellas.
En este refugio se pone en juego constantemente la integración con el espacio que se habita. Todos los días, los nuevos huéspedes son invitados a escuchar una charla de presentación -que tiene lugar en el área de recreación-, en donde se cuenta en parte no solo el propósito del Parque si no también el sentido protección y preservación de ecosistemas que da vida a la Fundación Rewilding Argentina, entidad involucrada en mejorar la relación humana para con la naturaleza.
Un poco en consonancia con lo anterior, en el espacio de recepción del Refugio hay un libro en el cual se invita también a los viajeros a indicar qué especies han encontrado durante su paso por el lugar a fines de contar con un inventario y/o relevamiento de las mismas.
4) Todo el tiempo Nochebuena
En el refugio @lapostadelostoldos todas las noches parecen Nochebuena: una gran mesa se comparte entre todos los huéspedes con la fortuna de que en esta el único tema de conversación son los viajes. Si algún o alguna valiente encara para levantar la copa, hasta posiblemente haya un masivo brindis deseando salud… y más viajes, por supuesto.
Las historias personales de cada viajero resuenan entre las paredes de La Posta y durante la noche, momento en que todos se dan cita en la inmensa mesa del comedor, se comparten en voz alta. A la Posta llegan desde un rosarino que viene “subiendo” en su recorrido por la Ruta 40 y termina mostrándote fotos de su nuevo hogar a orillas del río Paraná, un grupo de motoqueros en busca de un televisor -o cualquier pantalla que se le parezca- para ver un partido en el que juega Argentina, hasta una pareja de mendocinos que viaja en camper y comparte sus vinos regionales en señal de agradecimiento por la noche disfrutada en el lugar.
Al parecer, durante este último tiempo también han estrenado «Puesto Yareta», un antiguo puesto de estancia que hoy permite vivir una experiencia distinta para quienes se hospeden en La Posta: a la luz de las velas y con el calor de la leña, despertando en cada uno, sensaciones inolvidables.
5) Gastronomía única
Y como en toda buena experiencia de lujo, no puede quedarse atrás la propuesta culinaria. La gastronomía en La Posta de Los Toldos es fresca, casera y regional de la mano de un chef. A decir verdad, en este lugar se come tan rico que la comida podría convertirse en uno de los aspectos que te influyan a la hora de decidir regresar a este rincón de la Patagonia.
Olvídate de los desayunos o cartas en donde los menúes se repiten entre opciones clásicas y ya bastante tradicionales para el paladar de cualquier viajero. Aquí, la innovación es protagonista y, de la mano de los productos de estación, se acompañan gran variedad de propuestas para saborear. Quizás a la hora de hospedarte no coincidan las mismas elecciones, pero a continuación te dejo un mix de platos que he probado durante mi estadía en este refugio:
6) Observatorio de estrellas
Al ser un destino remoto de la provincia de Santa Cruz, en plena estepa patagónica y habitado en un 90% por fauna, la casi nula contaminación lumínica del lugar lo convierten en un espacio especial para ser testigo de las mejores noches junto con un cielo diáfano.
7) Sus anfitriones «posta»
Lo mejor del Parque Patagonia en general y de La Posta de los Toldos es la pasión que la gente tiene por este espacio: lo habitan, lo celebran, lo honran. El refugio es el lugar de encuentro entre muchos de ellos, quienes pasan no solo para ofrecer experiencias recreativas a los huéspedes si no que también para llenarse de historias y conocer en detalle a aquellas personas que supieron interesarse por el remoto destino.
Basta solo con tener una divertida charla con ellos puertas adentro de la cocina -sí, la cercanía entre trabajadores y clientes permite conocer la intimidad de quienes conviven a diario con la estepa-, o con quienes ofician de anfitriones en los puntos de acceso al Parque para descubrir qué tan distinto se vive en la zona.
Al momento de preguntar qué significa para ellos trabajar allí o tan solo indagando acerca de cómo es la vida en un destino en el cual las distancias con las diferentes urbanizaciones cercanas es relativamente extensa -al menos más de 80 km-, muchos plantean un mismo grado de placer y hasta se hacen eco de un mismo sentido de pertenencia.
Lo que los acerca al Parque Patagonia, los aleja de otro escenario: en su mayoría, quienes desempeñan tareas dentro del área protegida han renunciado a sueldazos en las mineras para hacer de este Parque un nuevo destino imperdible y que nadie se quede sin descubrir la Patagonia, y eso ya es decir mucho.
Un lugar para visitar en compañía o solo/a
Una de mis primeras impresiones al visitar La Posta de Los Toldos fue que, sin dudas, compartirlo con familia, amigos y hasta compañeros de trabajo, es una experiencia que no tiene desperdicio. Aún así, la tranquilidad del lugar y la familiaridad con la que se desenvuelve el día a día en este lugar, me han hecho fantasear con poder visitarlo en solitario para un buen descanso y sin otro deber más que sentir los animales dando vueltas por las hectáreas del Parque y alistar la vista para disfrutar del atardecer.