El monumento natural Puente del Inca es un área natural protegida de la provincia de Mendoza en Argentina, adyacente a la localidad de Puente del Inca. Se encuentra en la denominada Cordillera Principal que conforma a la magnífica Cordillera de los Andes. A una altura de 2730 msnm, en la villa homónima, distante de la Ciudad de Mendoza a 193 km y dependiente del departamento de Las Heras, se alza un sitio en cuya zona se registró una alta presencia de las comunidades incas, quienes ya utilizaban los beneficios de las aguas termales del lugar.
Muchos hemos crecido aprendiendo sobre la historia de las ancestrales comunidades originarias visualizando, en parte, fotografías y registros que dan cuenta de lugares como estos. Sin embargo, visitarlos resulta poner en contexto a la foto que se imprime sobre un libro de estudio. Ver qué se encuentra en sus alrededores, cómo es la vida de la localidad, quiénes son las personas que en ella residen, qué hacen…
¿Hubieras imaginado que, a juzgar por el censo de población realizado en el año 2001 por el INDEC, esta localidad cuenta con solo 132 habitantes de forma permanente?
Particularmente, en el Puente del Inca el atractivo indiscutible es el dichoso Puente natural que se alzó sobre las ruinas del hotel termal de Puente del Inca, una edificación que fue construida en la época de los ferrocarriles ingleses y destruido por un alud en 1965. Del antiguo ferrocarril, en Puente del Inca quedan aún los restos de la estación. Por estar ubicado en las cercanías del cerro Aconcagua, el mencionado Hotel gozó de gran fama en sus mejores años y conto con visitantes ilustres.
¿Qué es el Puente del Inca?
El Monumento consiste en un Puente Natural sobre el Río Cuevas, el cual está constituido por una capa de sedimentos coluviales cementada por sales por depósitos principalmente travertínicos. Dichas sales están presentes en el agua de las fuentes termales que allí emanan, las cuales precipitan a través de procesos biominerales.
¿Cómo se formó el Puente del Inca?
Hay varias teorías sobre el origen del puente, la más aceptada es la de Ramos (1993) que indica que el puente se habría formado durante el período posglacial, una vez que el hielo abandonó el valle el río Cuevas lo drenaba con régimen intermitente.
Un depósito morénico generado en el valle Horcones, endicaba el valle del río Cuevas formando un lago aguas arriba. Por lo tanto, aguas debajo de los depósitos glaciarios, el río poseía un caudal muy pequeño. Este fue probablemente el momento de mayor cementación tanto de los detritos del pie de los taludes, como de los depósitos aluviales y glaciarios del fondo del valle, recostados sobre esa ladera.
Se originó así, una potente costra de precipitados químicos, que unió en un mismo cuerpo rocoso los detritos antes mencionados. Posteriormente, el valle del río Cuevas es afectado por una onda de erosión retrocedente, producto del rejuvenecimiento de la red fluvial durante el período posglacial. En el área de Puente del Inca la onda erosiva habría profundizado el cauce por debajo de la costra de precipitados químicos, que cementaban los depósitos dando lugar a este puente natural.
Los últimos estudios realizados estarían indicando que en la elaboración del puente participaron tanto componentes minerales como biológicos: numerosas colonias de algas verdes, rojas y azules, macro y microscópicas y aguas termales de elevada salinidad. Este es un aspecto relevante, ya que las algas participan en el proceso de precipitación de las algas.
Sus aguas termales (a unos 34°C aproximadamente) contienen cloruro de sodio, vestigios de hierro y otros minerales que dan origen a pequeñas concreciones cubriendo la zona con una carcasa ferruginosa que le otorga vistoso colorido de tonalidades naranjas, amarillas y ocres. Los colores amarillentos denotan la presencia de azufre.
¿Por qué el nombre?
Según ha relevado el Centro Cultural Argentino de Montaña en su sitio web, el doctor Tomás González Funes, un querido abogado encontró, en una visita a la biblioteca nacional de Lima, una leyenda que tuvo la gentileza de fotocopiar, ampliar y enmarcar y donó al hotel que entonces había en Puente del Inca y que luego destruyó un alud.
El relato narra que en el imperio inca, una de las princesas enfermó y ninguno de los “curacas” daba con el origen del mal y de su posible cura. En un momento dado, apareció uno de los vasallos, y le sugirió que lo que la princesa tenía era “mal de amores” y que la única forma de que se curase, era enviarla hacia el lejano sur, allende la cordillera y acostarla tres días y tres noches a la vera de una fuente rumorosa que fluía en el lugar.(Las termas).
El emperador armó una importante comitiva con sus mejores hombres, puso a su frente a uno de sus más leales guardias y organizó la propuesta caravana trayendo a la princesa hacia donde hoy se halla el puente, maravilla de la naturaleza.
La princesa permaneció tres días con sus noches a la vera del manantial y sorpresivamente se curó. Cuando iban a regresar al Tahuantisuyu, según la leyenda, vino un enorme aluvión por el río Las Cuevas, lo que les impedía cruzar para retornar a su país. Los leales indígenas que la custodiaban, formaron entonces un puente sobre el río con sus cuerpos entrelazados y quedaron “petrificados”. La princesa, el fornido jefe de la guardia y el resto de los indígenas pudieron así emprender el camino de regreso. Cuenta la leyenda que al llegar a su destino, la princesa contrajo enlace con el apuesto custodio que la había retornado al hogar sana y salva.
Un patrimonio por conservar
El Puente del Inca está incluido en el sistema vial andino “Qhapac Ñan” –conocido popularmente como Camino del Inca-. Por tal motivo integra un sitio declarado Patrimonio Mundial por la Unesco: la protección del Puente Natural de origen biomineral sobre el río Cuevas, de características únicas, aunque no es único en el mundo, lleva a considerarlo como un icono provincial, nacional e internacional, el cual representa un polo de atracción que favorece las actividades turísticas.
Esta localidad se caracteriza por poseer elementos de considerable valor patrimonial ya que, como mencioné antes, cuenta con relevantes significados históricos, arquitectónicos, sociales y culturales. La presencia de aguas con fama de propiedades curativas, lo convirtió en uno de los centros termales más renombrados de Argentina a principios del siglo XX.
Puente del Inca es una localidad potecialmente turística desde el punto de vista del trazado del Tren Trasandino. El Ferrocarril Trasandino Los Andes-Mendoza, oficialmente conocido en Chile como Ferrocarril Trasandino Chileno y en Argentina como Ferrocarril Trasandino Argentino, era un ferrocarril, hoy en ruinas, que unía la ciudad chilena de Los Andes y la ciudad argentina de Mendoza.
Hasta no hace muchos años, el paso de los visitantes por sobre el monumento Puente del Inca estaba permitido -así como bañarse en las aguas que corren debajo-, sin embargo el tránsito sobre el Puente Natural fue cerrado al público en el 2006 debido a que se detectaron corrimientos y hundimientos en las salas de los baños termales, esto sumado a la incertidumbre respecto de la estabilidad estructural del puente en general, y su relación con la dinámica termal. A partir del año 2011 se detectó una pérdida gradual de humedad, situación crítica que se piensa pone en peligro el estado del Puente Natural.
Todavía, en los alrededores Puente del Inca es posible identificar un mural que reza «No a la megaminería», un reclamo con el que en 2019 Mendoza se puso de pie contra la ley minera que habilita el uso de cianuro.