Gracias a la cantidad de actividades para hacer, sitios que visitar y lugares que recorrer, Nueva York es una ciudad a la que se puede viajar una, dos y mil veces. Ubicado en Brooklyn e invitando a viajeros a descubrir algo más de Nueva York, por fuera de la súper visitada isla de Manhattan, en este post les contaremos todo lo que hay que saber junto a una guía practica para visitar el barrio de Williamsburg.
Visitar el barrio de Williamsburg es recorrer un barrio cinéfilo, super hípster y bohemio, ideal para sacar las mejores fotografías de Manhattan, degustar de un rico café, visitar tiendas de antigüedades, disfrutar del arte urbano y descubrir los secretos de uno de los barrios que ha pasado del desconocimiento, al estrellato. ¿Vamos a conocerlo?
El Barrio Judío de Williamsburg en Brooklyn
El barrio de Williamsburg es un lugar donde los contrastes (completamente opuestos) conviven sin ningún inconveniente. Si se camina por el norte de Williamsburg, uno puede toparse con cientos de cafeterías con mesitas pequeñas, un ambiente jovial y bohemio, habitado por quienes se cansaron de la vida acelerada de la Gran Manzana y decidieron asentarse, un poco más alejados, pero próximos a los magníficos rascacielos.
Cuando se camina por el sur de Williamsburg, la fisonomía del barrio cambia a 180 grados. Quienes son los habitantes, en este caso, son las comunidades judías ultraortodoxas, pertenecientes a la comunidad Satmar, uno de los grupos con costumbres sumamente estrictas dentro de la religión judía.
Los judíos ortodoxos que hoy habitan el barrio de Williamsburg llegaron hasta esta zona de Brooklyn durante la Segunda Guerra Mundial, la mayoría de ellos pertenecientes de distintos países de Europa del Este que buscaron refugio en Nueva York, posterior a las atrocidades que se generaron durante los años de guerra.
Al comienzo, era un pequeño grupo poblacional integrado por distintas familias hasta que, con el correr de los años, la población empezó a crecer más, logrando uno de los barrios judíos más grandes de todo Nueva York. Hoy en día, caminar por la calle principal Lee Avenue (y sus aledañas) es trasladarse a un sector donde los comercios, las escuelas y las instituciones religiosas hablan su propio idioma, el yiddish (aunque también hablan inglés) y, sus habitantes, fácilmente reconocibles por el tipo de vestimenta que usan regularmente.
Los hombres y mujeres utilizan, en su mayoría, ropa color negro, las mujeres faldas y los hombres túnicas largas culminadas con grandes sombreros, generalmente con dos bucles largos al costado de la cabeza, llamados payot.
Las familias suelen ser muy numerosas y la mujer cumple un rol fundamental, en cuanto al hogar, a la familia y a la religión se trata.
Dato curioso: Williamsburg es el barrio donde se filmó la serie Poco Ortodoxa, de Netflix.
Las costumbres, las maneras de vestir y las tradiciones de la comunidad jasídica son sumamente respetadas, en otras palabras, todo se sigue “al pie de la letra” y, para quienes no pertenecen a esa religión, puede resultar un tanto chocante. Los habitantes del lado sur de Williamsburg, rara vez interactúan con el exterior y son una comunidad bastante cerrada por lo que, recorriendo el barrio como turista, es importante mantener el respeto correspondiente.
Visitar el sur de Williamsburg permite a los viajeros conocer “otra cara de Nueva York”, su estilo de vida y las edificaciones más importantes que la rodean.
Por qué visitar Williamsburg, el barrio Hípster de Nueva York
Nueva York es una ciudad donde todo puede ocurrir, lo diferente forma parte de la vida diaria y los prejuicios están mal vistos (lo hemos vivido en las películas donde quien busca un golpe de suerte, un cambio en su vida o el salto a la fama, elige Nueva York para vivir). Williamsburg, ubicado en Brooklyn no es la excepción y deleita a sus viajeros con la representación y respuesta más importante a por qué visitar el barrio de Williamsburg: contrastes.
Cuando uno viaja a Nueva York, específicamente a Manhattan, sabe que se va a encontrar con el magnifico Central Park, con las luces y teatros de Times Square y con el entretenimiento y vida nocturna que tanto caracteriza a la ciudad. Sin embargo, cruzar el puente y visitar Brooklyn, hace de la ciudad, un cambio radical: parece que las personas “caminan más tranquilas” que el arte se ve en las paredes con grafitis o incluso que las gigantescas tiendas de ropa se convierten en ropa vintage y tiendas de antigüedades.
Además de la vibra indie y hípster que se siente en el ambiente, de estas tiendas tan particulares y de sus calles tan coloridas del norte del barrio, cuando uno camina hacia el sur, comienza a ver estos contrastes que hacen que Williamsburg sea un barrio muy especial, con particularidades que, fusionadas, crean un ambiente único, auténtico y, de alguna manera, combinado al fiel estilo New York.
Pero, ¿Por qué visitar Williamsburg? Además de los contrastes que lo hacen tan especial, Williamsburg es un lugar para “bajar las revoluciones” de la gran ciudad, donde buscar los más inusuales diseños de arte urbano, forma parte de los atractivos propios del lugar o, donde la tranquilidad, a pocos kilómetros de la bulliciosa ciudad, se experimenta sentándose en el suelo de un parque, con un telón de fondo “de película”: los puentes, los rascacielos de Manhattan y el East River.
Una visita por el barrio es algo así como un viaje a través del tiempo, a través de los cambios y “rejuntes” que han creado este ambiente tan agradable que se vive en Williamsburg: comunidades de distintos países y religiones forjando su futuro; artistas que, curiosos, comenzaron a llegar a estos espacios de inspiración, y una sumatoria de tradiciones, costumbres y libertades que hacen hoy a este fantástico barrio de Nueva York.
Cómo llegar a Williamsburg
Williamsburg es uno de los barrios que integran Brooklyn, uno de los 5 distrititos que, juntos, componen Nueva York (claro, Manhattan no es solo Nueva York). Brooklyn y el primer barrio, Williamsburg, se encuentran justo frente a la isla de Manhattan, sitio donde se alojan la mayoría de los viajeros, por lo que para poder llegar a Williamsburg, es necesario salir de la isla y cruzar el Río Este (o East River, en inglés).
Para poder saber cómo llegar a Williamsburg desde Manhattan existen opciones de lo más diversas:
- En subte: el subway o metro de Nueva York es una de las formas más utilizadas para recorrer la Gran Manzana y es también uno de los métodos más rápidos y cómodos para poder llegar hacia la avenida principal de Williamsburg: Bedford Avenue. Claro que Williamsburg es enorme y hay distintos puntos específicos (bendito subte de Nueva York), y diversas paradas.
- A pie: Para quienes quieren explorar la ciudad en todos sus sentidos -y por qué no también aprovechando a hacer algo de ejercicio-, también se puede cruzar a Williamsburg atravesando el puente homónimo. Este cuenta con unas vistas panorámicas alucinantes y la llegada hace que las fotografías sean de película. Lo que sí es importante tener en cuenta es que a pie se tarda entre unos 30 y 45 minutos en cruzarlo, siempre y cuando las paradas para las fotos no sean interminables ????.
Dato viajero: para quienes gustan de rentar bicicletas en cada lugar que visitan, el puente de Williamsburg también cuenta con bicisenda.
Lo mejor: es un puente poco turístico, lo que hace que probablemente uno se cruce con más locales que con viajeros.
- En barco: al igual que sucede cuando se camina por la ciudad (y si de trayectos escénicos hablamos) atravesar el East River y llegar a Brooklyn en barco es un recorrido de lo más pintoresco, con la posibilidad de, al mismo tiempo que se viaja, poder contemplar la magnífica ciudad de Nueva York desde otro punto de vista. NYC Ferry son barcos con distintas rutas con salidas desde Manhattan y, uno de los destinos, es Williamsburg. La terminal se encuentra en East 34th Street o, si se está visitando Wall Street, en el muelle 11, utilizando la línea color azul o simplemente la que atraviesa el East River.
Dato viajero: los tickets pueden comprarse en el propio muelle o a partir de la aplicación: NYC Ferry.
6 cosas que ver y hacer en Williamsburg
La historia del barrio es lo que hoy hace a la esencia de sus construcciones y rincones, locaciones hoy llamadas “hípsters” y bohemias pero que en la antigüedad sirvieron de industrias y fábricas.
Lo mejor para hacer en Williamsburg es perderse e ir encontrando estos contrastes que, sin ningún tipo de línea divisoria, se hacen de su propio lugar y logran diferenciarse del resto.
Las tiendas de antigüedades, los mercados de pulgas y productos orgánicos, el arte urbano y los artistas callejeros hacen que un paseo por Williamsburg sea inolvidable. Pero, ¿Qué hacer en Williamsburg además de caminarlo?
1. Buscar las tiendas y sitios escondidos en Bedford Avenue y Lee Avenue
En un principio te habíamos contado que la avenida principal del norte de Williamsburg es Bedford Avenue, el lugar donde, en su momento, se habían asentado los artistas pero que hoy en día puede verse un tanto afectado por la masividad turística. Si quieres almorzar o buscas un lugar donde hacer compras, la avenida principal es la respuesta; aunque, si buscas esos rincones bohemios de los que hablamos, comienza a caminar por las callecitas “que cortan” a la avenida principal, que aún no han sido tan modificadas.
2. Fotografiar el arte urbano
También te contamos que una de las características que hacen que Williamsburg sea un barrio especial, son los grafitis y murales de arte urbano que se encuentran en casi todas (por no decir todas) las calles que lo componen. Sus colores, sus formas, sus representaciones y el trabajo dedicado en cada uno de los murales, deberían colocar a Williamsburg como uno de los mejores lugares del mundo para ver arte urbano.
- El mural de Elvis (ubicado en el restaurante Fabiane’s en Bedford Avenue) o La Mona Lisa de Williamsburg (ubicada en la esquina de Broadway y Bedford Ave) forman parte de los murales más visitados y famosos del lugar.
3. Un viaje a la historia en el Domino Sugar Refinery y descanso en el Domino Park
Aunque parezca un simple edificio y una construcción “antigua”, el edificio de Domino Sugar Refinery es el alma de Williamsburg, en otras palabras, el por qué comenzó a ser de extrema importancia, convirtiendo un pequeño barrio de Brooklyn a una de las ciudades más pobladas de todo Estados Unidos.
Justo frente al Domino Park, a metros del Puente de Williamsburg, específicamente sobre Kent Avenue, se encuentra lo que supo ser una antigua fábrica de azúcar, la refinería de azúcar más grande del mundo en su fundación en el año 1882 y una de las más importantes del país, con operaciones hasta el año 2004. Posterior a su cierre, comenzó a planearse lo que hoy puede verse, una transformación completa de refinería a oficinas, pero manteniendo la importancia de ser un sitio histórico, prácticamente fundador de lo que hoy es Williamsburg.
Justo en frente de la antigua refinería se encuentra el Domino Park casi como «regalo» a los habitantes de la zona luego de tantos cambios en el barrio pero, con una particularidad que lo hace único: vistas envidiables hacia Manhattan, definitivamente un sitio que hay que ver en Williamsburg.
4. Y si de vistas hablamos: East River State Park
¿Buscas una gran foto de Manhattan, Skyline (rascacielos) y el puente? Entonces el lugar al que hay que dirigirse es al East River State Park, un antiguo depósito de chatarras y objetos sin uso que, gracias a las transformaciones increíbles que se generan en Williamsburg, han creado este paseo, favorito por los instagramers y escenario de picnic para quienes disfrutan de una tranquila parada con un telón de fondo que cuesta creer.
- Consejo viajero: si puedes ir a Williamsburg durante el día y llegar a East River Park en el momento del atardecer, asegúrate un buen lugar y espera a que comiencen a encenderse las luces de la ciudad, es un espectáculo muy bonito de ver y unas fotos increíbles para el feed (por experiencia propia).
5. De compras en los Flea Markets
Los mercados de pulgas, o flea markets, son un éxito en Estados Unidos y en un barrio como Williamsburg, no podían no hacerse notar. Una gran opción cuando se pasea por Williamsburg es ir a ver (y comprar quizá) un flea market. El cásico de Williamsburg es Artists and Fleas ubicado en la calle North 7th, una gran oportunidad para adentrarse en la rutina de fin de semana de los residentes del barrio y los vecinos que se acercan buscando buenos precios.
6. De cerveza en cerveza en Brooklyn Brewery
Cuando Nueva York comenzaba a surgir como distrito cervecero, comenzó también a crecer el nombre de Brooklyn Brewery, una fábrica de cerveza artesanal con un logo más que reconocible.
Para conocer la historia, las formas de fabricación, la producción y las características de la famosísima Brooklyn Lager entonces es posible realizar un tour gratuito algunos días de la semana (sin degustación) o por menos de 15 dólares para degustar de las cervezas tradicionales newyorkinas.
- Dato curioso: ¿conoces el logo de I ❤ New York? Fue diseñado por Milton Glaser, un prestigioso artista de la ciudad, también responsable del logo de Brooklyn Brewery.
Algunas recomendaciones viajeras
- Recuerda, Williamsburg se divide principalmente en dos zonas: el barrio de la comunidad Satmar (o judíos ortodoxos) y la parte hípster y bohemia. Lo mejor es descender en Bedford Avenue y desde allí visitar ambas partes, la calle que divide el norte del sur es Grand Street.
- No te pierdas de los parques de Williamsburg con vistas al Skyline de Manhattan (los rascacielos más impresionantes).
- Si visitas la ciudad en invierno, no te pierdas Smorgasburg: un festival en el East River State Park, colmado de carritos de comida local.
- Hay varios restaurantes y tiendas de café distribuidas en todo el barrio, algunas de cadenas más conocidas como Shake Shack y Vinnie’s Pizzeria, y varios lugares con terrazas (o rooftops) para admirar las vistas mientras se toma algo como Berry Park.
- Si visitas Williamsburg un sábado por la mañana, no te pierdas de recorrer el Farmer’s Market de Mccarrent Park, una feria con productos locales, por productores locales. Es un lugar al que acuden los residentes del barrio para comprar productos frescos, una gran oportunidad para formar parte del habitué de Williamsburg.
En otras palabras, visitar Nueva York y no conocer Williamsburg es algo así como solo haber visto el Times Square. Hace que un recorrido por la ciudad se complemente con lo mejor que tiene: los contrastes, la variedad y la diferenciación que tanto caracteriza y singulariza a Nueva York, de otras ciudades del mundo.