Si estás planeando tu próximo viaje y te preguntas ¿Qué ver en Lisboa? En este artículo trataré de resumirlo pero ten en cuenta que es muuuucho lo que esta ciudad tiene para ofrecer.
De por sí encontrarás que en el país de Portugal existen gran variedad de monumentos, arquitecturas, museos y sitios de interés en donde el azulejo se vuelve el personaje principal de la trama turística. Estos coloridos y esmaltados azulejos como baldosas de cerámica aparecen siempre, no importa donde ni cuando.
Cualquiera sea su forma, tamaño, color y hasta diseño o disposición estética, los azulejos se han posicionado como los elementos más importantes en la ciudad de Lisboa, la capital portuguesa. De visita por Portugal podrás encontrar estas escenas en fachadas tanto de iglesias como de casas señoriales, residencias y hasta la decoración en los vagones del tranvía, el medio de transporte público más elegido y emblemático del lugar.
¿Por qué hay tantos azulejos en Lisboa?
La historia de la ciudad remonta el origen de la producción de azulejos a cuando cierta cantidad de alfareros cristianos asumieron e incorporaron una técnica correspondiente al arte islámico. A lo largo de los años, se transformaron en una característica indiscutida de la tradición y cultura de Portugal.
De hecho, como si no fuera suficiente la devoción de los portugueses por los azulejos, han levantado un museo en homenaje a esta indiscutida leyenda. Por lo que de visita por Lisboa, deberás visitar el Museu Nacional do Azulejo con un raconto por todo el proceso de elaboración y creación de cada una de las piezas. Incluso encontrarás salones que resguardan y conservan colecciones de azulejos.
Por lo que, también sabrás que aquí es imprescindible hacerte de azulejos a modo de recuerdo o souvenir que hable de tu visita a esta ciudad. Lisboa conserva toda una expresión artística creada en torno al azulejo, fácilmente encontrarás tiendas donde adquirir baldosas coloridas y esmaltadas de cerámica.
Recomendación: los azulejos en tamaño miniatura son una gran opción para llevarte de recuerdos del paso por Lisboa.
¿Qué ver en Lisboa?
Lisboa suele ser denominada como la ciudad que posee los monumentos, la arquitectura y -sobre todo- la movida nocturna más agradable de Europa. Si tienes paso por la capital de Portugal durante tu itinerario de viaje, no te pierdas de conocer su centro histórico en la Baixa Pombalina -amigablemente bautizada como Baixa: las Plazas del Rossio y Restauradores, calles con tiendas comerciales y de interés turístico donde podrás apreciar los mejores restaurantes con la gastronomía local, locales de ropa, regalerías, hotelería y demás alternativas de alojamiento.
Siguiendo un camino sobre la calle Rua Augusta, la vía primordial en la zona céntrica, te cruzarás con el Arco Triunfal que da la bienvenida a la Plaza del Comercio y al Río Tajo.
A su vez, el Castelo de Sao Jorge también será una visita obligada: una vez en Plaza del Comercio puedes tomar el metro y buscar lo que para los lisboetas se denomina Barrio Alto, por la presencia de la colima más alta de la ciudad.
Con once torres, un patio y calabozos, el paseo por el Castillo de San Jorge resulta una parada alucinante. Podrás apreciar una vista panorámica de la ciudad desde la Torre de Ulises, una de las once torres que conforman la arquitectura del castillo.
Además de Barrio Alto, otro barrio que puedes visitar en Lisboa es Alfama, donde, sus callecitas pequeñas y un poco desordenadas te llevarán hacia la Catedral de Lisboa.
Tercero y casi último, no te pierdas de descubrir el barrio de Chiado: sin dudas, el más elegante y aristocrático de Lisboa. Si bien ya no da lugar a la residencia de locales, se ha posicionado como un ambiente turístico y de entretenimiento con la presencia de gran cantidad de restaurantes, bares y librerías. Por la noche, aquí los jóvenes se dan cita para compartir una cerveza.
A unos 5 kilómetros de Lisboa encontrarás el barrio de Belém, lugar que exhibe su gran joya arquitectónica de estilo gótico: el Monasterio de los Jerónimos y la Torre de Belém.
Otra recomendación para quienes se encuentren durante una estadía de varios días en Lisboa es dirigirse en tren a unos 30 minutos de la ciudad para llegar a Sintra. Esta zona, además de haber sido declarada Patrimonio Mundial de la Humanidad, conserva unas reliquias arquitectónicas sobre las colinas de Serra de Sintra: los Palacios y el Castillo de Sintra no tienen desperdicio.