Si eres argentino o conoces en profundidad a alguien de ese país, probablemente has escuchado hablar de las ruinas de Villa Epecuén, un antiguo poblado ubicado en el partido de Adolfo Alsina, provincia de Buenos Aires. Pero en el caso que nunca hayas escuchado de este sitio, no te preocupes, pues en la siguiente nota nos dispondremos a contarte un poco de su historia que, al día de hoy, genera una combinación de sentimientos como el asombro, la intriga, la nostalgia y la tristeza.
¡Pero eso no es todo! A pesar del incidente que no solo atravesó al poblado, sino a todo el país, hemos decidido realizar una guía que detalla dónde quedan las ruinas de Villa Epecuén, cómo llegar hasta ellas, dónde conviene hospedarse y más. Así que si te interesa lo que hemos contado por el momento y el bichito de la curiosidad te ha picado lo suficiente como para meditar, aunque sea por un segundo, ir a conocer este emblemático lugar, ¡anímate a descubrir con nosotros cada uno de sus secretos! Prometemos que no te arrepentirás.
¿Qué debes saber de las ruinas de Villa Epecuén?
Antes de comenzar con aquellos datos relacionados al turismo actual de las ruinas de Villa Epecuén, creemos que es importante dedicarle aunque sea unas líneas a su historia. El pueblo estaba rodeado por un lago de agua salada que, según se dice, poseía impresionantes propiedades curativas que prometían sanar diversas afecciones físicas como la artritis, la artrosis o la psoriasis, entre otras.
Pero más allá de los componentes minerales de sus aguas, que atraían a cientos de miles de visitantes cada año, surge un problema que marcó un antes y un después en el poblado. El lago Epecuén tenía un caudal por demás inestable, por lo que en 1975 las autoridades de la villa ordenaron construir una importante obra de ingeniería que evitaría que el lago se seque o inunde la zona urbana. Sin embargo, un año más tarde se produjo un golpe de estado que, entre muchas otras cosas, frenó las obras del canal.
A partir de ese momento, el lago comenzó a crecer más de 50 centímetros por año… Imaginas lo que sucedió después, ¿verdad? Sin lugar a dudas, la decisión inusitada de parar la construcción significó una crónica de una muerte anunciada.
En 1983, con el regreso de la democracia, el país entero tomó una bocanada de aire enorme y comenzó el lento proceso de renacer de las cenizas. Pero, nuevamente, quienes debían hacerse cargo de reactivar la obra no lo hicieron. Una vez más, se olvidaron de este hermoso lugar que, como consecuencia, tendría un final terrible que lo terminarían por convertir en las ruinas de Villa Epecuén que hoy conocemos.
Lamentablemente, el terraplén que protegía al pueblo colapsó el 10 de noviembre de 1985. ¿Las consecuencias? Tres semanas de inundación total. Como es de esperar, no solo se terminó el turismo, sino que la vida de los locales tuvo debió cambiar de un día para el otro, dejando sus casas, autos y restos de pertenencias bajo el agua.
Si deseas conocer la historia más detallada, te invitamos a leer esta nota que hemos realizado. ¡Incluso tiene algunas excursiones que pueden interesarte y se complementan a la perfección con lo que aquí te presentamos!
¿En qué estado están las ruinas de Villa Epecuén actualmente?
El escenario actual de lo que alguna vez fue un pueblo más que activo y atractivo para habitantes del resto del país es, lógicamente, desolador. De hecho, las imágenes pueden consternar a cualquiera. Ninguna persona que visite este sitio sin conocer su trágico pasado puede pensar que este sitio rebosaba vida, tanta que hasta curaba todo tipo de enfermedades con su mágica y milagrosa agua salada, tanta vida que hasta invitaba a los visitantes a quedarse allí por siempre… y que perdieron todo en unos pocos días.
Si para quienes no han tenido el privilegio de visitar este sitio en su época de máximo esplendor es una experiencia tan única como nostálgica, resulta difícil imaginar lo que habrán sentido los lugareños al encontrarse con las ruinas de Villa Epecuén. Tantos momentos vividos, tantas cosas perdidas que no se recuperarán jamás. Sin lugar a dudas, debe ser algo total y completamente angustiante no apto para personas extremadamente sensibles.
Sin embargo, visitar las ruinas de Villa Epecuén es una experiencia que todo el mundo debe atravesar por lo menos una vez en la vida. Es necesario caminar por cada una de sus calles, intentar descifrar lo que dicen los carteles que han quedado tirados por allí mientras se esquivan los escombros de concreto y te topas con los rastros de lo que el poblado fue alguna vez, como azulejos antiguos, coches abandonados, vajilla y otras pertenencias que formaron parte de la rutina de familias y visitantes.
Cada una de las esquinas de lo que hoy en día son las ruinas de Villa Epecuén están cargadas de historias y anécdotas que jamás serán olvidadas por aquellas personas que tuvieron la dicha de vivir en el pueblo en todo su esplendor. Al fin y al cabo, lo único que el agua no se puede llevar son los recuerdos, ¿no crees?
¿Dónde quedan las ruinas de Villa Epecuén?
Ahora bien, luego de contar un poco la historia de este emblemático destino y de comentar cómo es que se encuentra actualmente, te preguntarás dónde es que se encuentra. Las ruinas de Villa Epecuén se encuentran a más de 500 kilómetros de la Ciudad de Buenos Aires, capital de Argentina. Para que puedas hacerte una idea, está a unos 200 kilómetros de Bahía Blanca, y a la misma distancia de Santa Rosa.
¿Se pueden visitar las ruinas de Villa Epecuén?
Gracias a que el nivel del agua retrocedió bastante con el correr del tiempo, es posible visitar lo que quedó de Villa Epecuén. Lo único que debes tener en cuenta es que no hay absolutamente ningún tipo de servicios o instalaciones dedicadas al turismo, así que te recomendamos viajar con agua, comida y todo lo que consideres necesario para hacer más llevadero el día.
¿Cómo llegar a las ruinas de Villa Epecuén?
Si viajas en auto es bastante fácil llegar hasta allí directamente, pero en el caso que optes por viajar en micro, lo primero que debes hacer es comprar un ticket hasta Carhué, ciudad vecina de Villa Epecuén que se ha ganado el título de Capital Provincial del Turismo Termal. Así que te recomendamos aprovechar el paseo para quedarte unos días en la zona y relajarte en sus maravillosas aguas.
A continuación, te dejamos una pequeña lista de recomendaciones de ómnibus que pueden ser de utilidad, todas utilizando como base Carhué.
Hospedaje en Villa Epecuén
En las ruinas de Villa Epecuén no es posible dormir… por algo son ruinas, ¿verdad? Lo mejor es buscar alojamiento en Carhué, ciudad ubicada a tan solo 10 kilómetros de nuestro destino elegido. Allí podrás encontrar diversas casas y departamentos en alquiler para descansar.
En el caso que seas amante de los campings, te interesará saber que en las afueras de la ciudad, más específicamente cerca del lago, hay varias opciones para montar tu carpa y sentirte completamente a gusto. Puedes aprovechar también para practicar algún deporte acuático y conectar un poco con la naturaleza.
Para más información, te invitamos hacer click aquí y descubrir las diferentes alternativas dispuestas por los locales y autoridades de la ciudad.
Desde Buenos Aires
Las empresas que sacan más cantidad de micros hacia la ciudad de Carhué son Pullman Gral. Belgrano y Nueva Chevallier.
Desde La Plata
El Rápido Argentino suele sacar más cantidad de micros y, por lo tanto, tener más disponibilidad de días y horarios para viajar.
Desde Bahía Blanca
Grupo Plaza es la empresa que más suele sacar pasajes a este destino desde Bahía Blanca.
Desde Mar del Plata
Al igual que si sales desde La Plata, el Rápido Argentino tiene más disponibilidad de micros para viajar de Mar del Plata a Carhué.
Para obtener más información de las frecuencias de transporte, no dudes en ingresar en la página principal de Carhué. En el caso que planees visitar la ciudad desde otro punto de la provincia o del país, te invitamos a ingresar en este enlace que te facilitará diversas opciones de empresas dependiendo de la zona en la que estés, el día y el horario en el que desees viajar.
¿Cómo llegar de Carhué a las ruinas de Villa Epecuén?
La ciudad se encuentra a tan solo 10 kilómetros de las ruinas, por lo que si te gusta caminar es una gran forma de llegar. También puedes ir en bicicleta, para así llegar más rápido y poder recorrer con más facilidad algunos puntos de interés durante el camino a Villa Epecuén, como por ejemplo El Matadero. En el centro de Carhué hay varias tiendas que alquilan bicis a precios accesibles.En cualquier caso, es importante que lleves ropa y calzado cómodo, protector solar y agua, ¡sobre todo si hace calor! Es casi imposible encontrar sombra durante el recorrido.