Así lo indicó el gobierno de la presidenta de la Comunidad de Madrid Isabel Díaz Ayuso, quienes han comprado cinco millones de pruebas para detectar posibles casos de coronavirus entre sus habitantes y contener la expansión de una segunda ola del virus que causa estragos en el continente. Inicialmente, la Comunidad de Madrid buscará efectuar testeos masivos de COVID-19 porque quiere que toda la población pueda testearse gratis antes de las fiestas de Navidad.
Por su parte, la Generalitat de Catalunya ha adquirido otros ocho millones de pruebas para constatar la portación del virus entre sus habitantes. La consellera de Salud de Cataluña, Alba Vergés, informó el pasado lunes que la Generalitat trabaja con la red de farmacias catalanas para que puedan realizar test rápidos de antígenos para diagnosticar el coronavirus de forma gratuita y cuanto antes.
De esta manera, las autoridades de ambos territorios establecieron que Madrid y Barcelona preparan un plan para realizar test de antígenos de manera masiva también en las farmacias y así contener nuevos brotes entre los habitantes. Así mismo, desde la Generalitat han optado como herramienta de «lucha» el cierre de los negocios de restauración, de los centros comerciales y de los gimnasios y un toque de queda que permite la actividad hasta las 22.00 horas, mientras que la Comunidad de Madrid permite a sus ciudadanos estar en las calles hasta las 00.00 horas.
El vicepresidente madrileño, Ignacio Aguado, aseguró que de llevarse a cabo este tipo de iniciativa para detectar casos positivos, quizás en su mayoría asintomáticos, «sería un antes y un después en el diagnóstico de la Covid-19«. De esta manera, se propondrá al ministro de Sanidad que se vuelva a convocar de forma presencial el ‘Grupo Covid-19’ para abordar que se puedan realizar en la Comunidad de Madrid «test masivos» de antígenos en las farmacias.
Sin embargo, la firme decisión de Madrid y Cataluña encuentra resistencia por parte del Ministerio de Sanidad, cuyo director de Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, sostiene que en estos momentos no le parece correcto u oportuno que las pruebas se puedan practicar en las farmacias, entre otras cosas, porque existe un temor generalizado a que se terminen contagiando los profesionales mismos del sector de la salud.
En un intento por no seguir demorando los entredichos entre cada una de las instituciones, Díaz Ayuso ha recurrido a instancias superiores y ha enviado una carta a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, para pedir su complicidad y solicitarle que trate de convencer al ministro de Sanidad, Salvador Illa, de que las farmacias son el lugar ideal para realizar los testeos masivos de COVID-19.
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