Fallece el exguardaespaldas que estuvo con la Princesa Diana la noche del trágico accidente
Trevor Rees-Jones, el exsoldado británico y único sobreviviente del trágico accidente de coche ocurrido en París el 31 de agosto de 1997, en el que perdió la vida la Princesa Diana, ha fallecido a los 56 años. Su muerte representa el cierre de un capítulo fuertemente vinculado a uno de los sucesos más impactantes de la historia moderna de la realeza británica.
Rees-Jones, quien más tarde cambió su nombre legalmente a Trevor Rees, sirvió como guardaespaldas de Diana y del magnate Dodi Al-Fayed, su pareja en aquel momento. Desde ese fatídico día, Trevor vivió con las secuelas físicas y emocionales del accidente que conmocionó al mundo. A pesar de sobrevivir, su recuperación fue lenta y complicada tras haber sufrido múltiples lesiones graves, incluyendo un trauma craneoencefálico severo.
Una vida marcada por una tragedia histórica
Trevor Rees nació en Alemania Occidental, pero se crió en el Reino Unido. Antes de convertirse en guardaespaldas profesional, sirvió en el Ejército Británico como parte del regimiento de la Policía Militar Real. En 1997, trabajaba para Mohamed Al-Fayed, el multimillonario y padre de Dodi Al-Fayed.
La noche del accidente, Trevor viajaba en el asiento del pasajero delantero del Mercedes-Benz S280 que transportaba a Diana y Dodi por el túnel del Alma en París. Aunque llevaba cinturón de seguridad, sufrió heridas graves. Fue trasladado de urgencia al hospital, donde fue sometido a varias operaciones reconstructivas.
Su historia fue relacionada permanentemente con la de Diana, incluso después de su recuperación. Trevor publicó un libro titulado The Bodyguard’s Story (2000), en el que detalló su experiencia antes, durante y después del accidente. En su testimonio resaltaba que tenía muy pocos recuerdos del evento mismo, producto del trauma severo sufrido.
¿Qué se sabe del accidente?
El accidente de 1997 ha sido objeto de múltiples investigaciones oficiales y teorías conspirativas. Las autoridades francesas concluyeron que fue causado principalmente por el conductor, Henri Paul, que se encontraba bajo los efectos del alcohol y conducía a alta velocidad.
Según se reportó, Paul perdió el control del coche mientras intentaban escapar de los paparazzi que los seguían. El vehículo chocó contra una columna en el túnel del Alma, causando la muerte inmediata de Paul y Dodi. La Princesa Diana fue trasladada con vida al hospital, pero falleció horas más tarde a consecuencia de sus heridas internas.
Las posteriores investigaciones, como la operación Paget llevada a cabo por las autoridades británicas, respaldaron las conclusiones iniciales. No obstante, la tragedia siguió siendo un punto de especulación en medios y discusiones públicas por décadas.
Un guardaespaldas leal y reservado
A diferencia de muchos asociados a figuras públicas, Rees mantuvo un perfil bajo durante la mayor parte de su vida, principalmente después del accidente. Luego de dejar su trabajo con la familia Al-Fayed, ejerció esporádicamente como consultor de seguridad y fue recomendado para servicios especiales en conflictos internacionales.
En años recientes, Rees había retomado una vida más normal, residiendo en el norte de Inglaterra junto a su familia. Se sabe que estuvo involucrado en iniciativas de apoyo a veteranos de guerra y sobrevivientes de eventos traumáticos, compartiendo su experiencia desde un punto de vista empático y resiliente.
El adiós a un testigo silencioso de la historia
La muerte de Rees representa el final de un vínculo directo con uno de los momentos más oscuros de la realeza británica. Su rol como testigo silencioso —y sobreviviente— de aquella noche en París fue clave para reconstruir cómo ocurrieron los hechos, aunque su propia memoria nunca pudo completar todos los detalles.
Familiares cercanos han solicitado respeto y privacidad durante el duelo. No obstante, diversos medios de comunicación y figuras públicas han comenzado a manifestar condolencias. En particular, se espera una reacción de parte de los príncipes William y Harry, hijos de Diana, quienes en varias ocasiones expresaron gratitud hacia quienes intentaron protegerla en sus últimos momentos.
Reacciones a nivel mundial ante su fallecimiento
El fallecimiento de Trevor Rees ha reavivado el recuerdo del accidente de París y ha generado nuevas reflexiones públicas sobre la vida de Diana, su relación con los medios y el costo real de una fama incontrolable.
También pone en foco a los profesionales de seguridad y guardaespaldas que trabajan tras bambalinas protegiendo a figuras públicas, con sacrificios muchas veces invisibles. La vida de Rees, marcada por la tragedia pero también por la ética y la integridad con la que llevó su historia, ha sido recordada en redes sociales y medios de noticias del Reino Unido y más allá.
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Un recordatorio sobre los riesgos de la fama y el legado de Diana
La figura de Trevor Rees puede no haber ocupado portadas o titulares constantemente, pero su rol aquella noche simboliza los riesgos, muchas veces ignorados, que enfrentan quienes están al servicio de la protección física de personajes de alto perfil. Su historia, entrelazada con los eventos de una de las mujeres más queridas del siglo