Después de décadas de ausencia en nuestro país, el pasado 19 de mayo nacieron tres cachorros de nutria gigante en el Parque Iberá. Forman parte de los esfuerzos para traer de vuelta esta especie que realizan el gobierno de Corrientes, la Administración de Parques Nacionales y la Fundación Rewilding Argentina.
La nutria gigante o lobo gargantilla es la especie de nutria más grande del mundo. Un ejemplar adulto puede llegar a medir 1,8 metros y pesar 33 kilos. Es una especie categorizada como en peligro de extinción a nivel global y se encuentra ya extinta en Argentina y Uruguay.
En Argentina, la situación de conservación de esta especie cambió radicalmente en las últimas dos semanas. Por un lado, la filmación de un individuo silvestre en el Parque Nacional El Impenetrable (Chaco) por parte del personal de la Fundación Rewilding Argentina, luego de décadas sin registros en este país. A este increíble hallazgo se le suma ahora el nacimiento de tres cachorros, los primeros en el proyecto de reintroducción de la especie que la misma Fundación lleva adelante en el Parque Iberá (Corrientes) junto al gobierno de esta provincia y la Administración de Parques Nacionales.
Matías Greco, veterinario de la Fundación y a cargo del manejo de las nutrias gigantes que se encuentran en los corrales de pre-suelta en el Parque Iberá nos cuenta que “el nacimiento se produjo el miércoles 19de abril a aproximadamente la una de la madrugada”. Como todos los días Matías llegó temprano al inmenso corral que abarca parte de costa y parte de la laguna Paraná en el Parque Iberá. Allí Coco y Alondra, los padres, se adaptan y adquieren habilidades para una futura vida en libertad.
Cuando revisó los videos de la cámara ubicada en una de las madrigueras se encontró con la gran sorpresa. “Es algo que esperábamos” señala Matías, “sabíamos que Alondra estaba embarazada y por parir porque había estado copulando con Coco hace poco más de dos meses y su panza había crecido considerablemente en las últimas semanas”. Matías se mostraba esperanzado, pero también cauto. No era la primera vez que Alondra paría, perolas dos veces anteriores los cachorros habían nacido muertos o habían muerto enseguida. “No es algo raro que esto suceda en parejas primerizas como Coco y Alondra… sabíamos que había que darles tiempo y que en algún momento lograrían sacar los cachorros adelante”.
Desde el 19 de abril y por cuatro días, Matías y sus compañeros en el Parque Iberá hicieron guardia las 24 horas, observando las cámaras cada minuto para observar el comportamiento de la pareja con sus tres cachorros, que esta vez fue ejemplar. Ahora que ya pasó una semana y los cachorros se encuentran en perfectas condiciones el equipo se relaja, aunque saben quesería raro que los tres sobrevivan. En la naturaleza, llegan a adultos entre 1 y 2 cachorros por camada. La bióloga Talía Zamboni, a cargo de los proyectos de reintroducción de especies en Iberá destaca la trascendencia de los nacimientos.
“La nutria gigante desapareció de Argentina en la década del 80, cuando los últimos grupos familiares fueron registrados en la provincia de Misiones. A partir de allí solo existen algunas observaciones no documentadas y poco precisas de individuos solitarios.” Talía también señala que “el proyecto que se lleva adelante en Iberá es único en su tipo, nunca antes se intentó devolver a la nutria gigante a un sitio donde había desaparecido debido a causas provocadas por el hombre”. “Estos tres cachorros”, agrega, “son los primeros en nacer en nuestro país en décadas y representan la esperanza de poder recuperar a la especie en Argentina”.
Talía Zamboni, bióloga a cargo de los proyectos de reintroducción de especies en Iberá destaca la trascendencia de los nacimientos
Sebastián Di Martino, Director de Conservación de la Fundación Rewilding Argentina destaca el esfuerzo colaborativo detrás de estos proyectos. “Además de trabajar en forma conjunta con el gobierno de Corrientes y la Administración de Parques Nacionales, el retorno de la nutria gigante involucra a expertos de otros países, especialmente Brasil”, señala Sebastián.
“Asimismo, ha resultado fundamental el involucramiento del Programa de Especies Amenazadas (EEP Giant Otter) de la Asociación de Zoológicos Europeos. Coco llegó desde el Zoológico de Givskud en Dinamarca y Alondra desde el Zoológico de Budapesten Hungría. Nanay, otro macho, arribó desde el Zoológico de Eskilstuna en Suecia”. Por su parte, Sebastián menciona que “estos animales se convierten, junto a los biólogos, veterinarios, guardaparques y trabajadores locales que cada día se levantan en Iberá para llevar adelante el proyecto, en los héroes del retorno de esta especie a Argentina”.
La fundación Rewilding está trayendo de vuelta a la nutria gigante a la Argentina. Trae también nuevas posibilidades de desarrollo a Iberá a través del ecoturismo de observación de fauna, que es hoy una de las actividades económicas destacadas en la Provincia de Corrientes. Asimismo, desde la organización asumen que esta iniciativa contempla también traer devuelta el orgullo y la identidad local, ya que estas especies formaron parte de la cultura del lugar. Ante todo, trae esperanza sobre un futuro mejor, más armonioso, donde los seres humanos y el resto de los seres vivos podamos compartir este mundo, respetándonos y haciéndolo más rico, misterioso y vibrante.
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